domingo, 5 de agosto de 2007

EDICIÓN IMPRESA


MTM EDITOR.ES Barcelona
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Dedicatoria

A TI, MI SANTO HERMANO

Índice

TÚ, CREADOR

. Tu cuerpo no eres tú.
. ¿A quién obedece tu mente?
. La sanación de tu mente.
. Eres responsable de tus pensamientos.
. Tus palabras te crean.
. De “tu mundo” a la realidad.


EL CAMINO INTERIOR

. Aprende que no estás separado del Amor.
. Tu voluntad es la inocencia.
. Tu actitud es el lugar de la Creación.
. Tu poder interior.


TU NUEVA VIDA

. El espíritu.
. La unidad.


Documentación.

TÚ, CREADOR

Los sociólogos, los políticos y los economistas que creen poder corregir el desorden social actuando sobre la colectividad, se imaginan que la inseguridad que causa estragos es independiente del individuo considerado aisladamente, cuando de él es de donde sale directamente.

No podemos cambiar nada en nuestra sociedad, nosotros somos los que tenemos que cambiar.


JEAN KLEIN






Vives en una sociedad que se nutre de ti, de mantenerte ocupado incesantemente. Tienes a tu alcance múltiples posibilidades para ocuparte.

Tu vida se desarrolla sobre dos actividades aparentemente opuestas, el trabajo y el ocio, que cumplen la misma función: Mantener a tu mente ocupada en lo que te parece que ves fuera de ti para que seas un ignorante de tu propio proceso interior.

Llenas tu vida con el primer estímulo que se te presenta porque te consideras vacío. Miras a tu alrededor y siempre piensas que te falla:

. La religión.
. La política.
. La estructura social.
. Cada persona que tienes al lado.

Y como careces del valor suficiente para analizar esos conceptos que te parecen que fallan y descubrir en ti mismo qué pasa, pues te dedicas a la comodidad de dejarte llevar por las ocupaciones.

De esta manera, eliges no pensar, eliges no descubrir tu verdadera transcendencia. Y, entonces, confundes tu realidad con la fantasía, de tal forma, que crees que tú eres tus propias ilusiones. Esta confusión sólo indica que tu mente, y por tanto tus pensamientos, están dirigidos por el error.

Así, te crees “normal” aunque mantengas conflictos dentro de ti y crees “normal” mantener durante tu vida conflictos con las personas que te rodean. ¡Despierta de tus ilusiones porque esto no es nada normal, sino todo lo contrario, es el propio infierno dentro de ti!. Porque si tú por dentro estás enfrentado a ti mismo, verás también “normal”, entonces, por ejemplo, la guerra.

Esta situación que vives y que no resuelves es un puro desprecio de la vida, es un acto de soberbia por el que declaras que la única razón de tu vida es el dolor y la muerte, y te pones, tú sólo, en la situación que describía el psicólogo Joan Torelló:

Hemos sido vacunados casi todos desde la infancia contra las “virtudes grandes”, de modo que, lo mismo en Occidente que Oriente, se lucha por un mundo nuevo, que no es más que el reino de la chatura, de las virtudes “burguesas” y “económicas”, que dan a la sociedad actual tanta seguridad como almas cuadriculadas. (Torelló, 1976:36)

Bueno, ya te encuentras en un estado de quiebra interno, que unido al mismo estado
interior de otros muchos hombres llega a formar sociedades siempre en permanentes crisis económicas y políticas como en la que vives. Y culpas, por supuesto, a los políticos de esta situación pero son tus propios pensamientos y tus acciones las que conforman tu mundo. Por esto, tú también eres responsable directo de la estructura social que establece el terror en el interior de las personas.

Estás en un callejón sin salida, pero no porque no haya salida, sino porque a ti te parece que no la hay. No sabes qué pasa con tu vida, pero tampoco estás preparado para recibir ayuda porque tienes la creencia de que te bastas y te sobras a ti mismo para resolver tus problemas.

Tú, ahora mismo, eres el resultado de la educación que has recibido para que vivas adaptado a la estructura social:

. Necesitas sentirte seguro.
. Deseas ser una persona brillante ante los demás.
. Deseas el éxito.
. Quieres llegar a ser reconocido.

Así, simplemente eres una casete que repite siempre lo que tiene grabado porque tu educación está basada en condicionamientos y tu experiencia refuerza esos condicionamientos.

Por otra parte, tú crees en el Amor, en la bondad, pero también contradices tus propios sentimientos. Tú ahora mismo no eres tú, eres una norma social, eres parte de una interrelación humana a la que aportas:

. Ambición.
. Deseo de poder.
. Creencias dogmáticas.

¡Esto es lo que tú crees que eres!. Pero eso, a pesar tuyo, no es lo que tú eres. ¡Escápate de las definiciones de quienes te rodean! ¡Deja de identificarte con esa ilusión que crees tuya! ¡Descúbrete único y libre!.

No es nada necesario que te incluyas en ninguno de los apartados que te propone esta sociedad, por el contrario, ¡es aconsejable que no hagas tuyas las convenciones sociales!.

Empieza a conocer que sólo es real aquello que tú experimentas en tu interior. Y puedes conocer la realidad cuando eliminas de ti mismo todos los elementos que construyen tus ilusiones, tu ego. Este es el sentido del trabajo sobre ti mismo.


LA EVOLUCIÓN PERSONAL

Estoy seguro que a ti, como nos pasa a todos, te ha seducido de vez en cuando la idea de hacer grandes reformas sociales en beneficio de la humanidad. Tu rasgo de querer contribuir al progreso social es noble, pero corre el riesgo de quedarse en nada si no tiene como base el haber conseguido, primero, tu propia liberación.

Iniciar el camino a reencontrar tu perfección es la mejor contribución que puedes hacer por los demás, ya que puedes estar seguro de que tus pensamientos influyen en las demás personas.

Pero, ¿qué puedes hacer tú, que estás perdido, para llegar a ti mismo?. Tal vez te sea necesario un “manual de instrucciones” como esos que acompañan a tantas máquinas humanas.

Es lógico que necesites una guía para tu evolución y desarrollo. Tú, como todos los seres humanos, tienes únicamente dos vías en las que situarte: Una es el Amor y la otra, el dolor. Tanto un camino como otro lo eliges tú, constantemente, con cada uno de tus pensamientos y con cada una de tus decisiones.

Por amor a una persona, o a la humanidad en general, eres capaz de cambiar tus convicciones más arraigadas, pero date cuenta de que tus actitudes de orgullo y de poder te dejan la mente estancada. Y de tus posturas rígidas, de no entendimiento, se encargará el dolor de sacarte, de hacerte cambiar de idea. Por esto, cuando maduras es cuando empiezas a saber vivir porque comienzas a estar capacitado para discernir. Y así distingues:

. Lo que te hace fuerte y lo que te debilita.
. Lo que te hace libre y lo que te esclaviza.
. Lo que te ennoblece y lo que te hace indigno.

Entonces, es cuando empiezas a salir del sueño de tus ilusiones y en vez de verte como un animal miserable y condenado a la desesperación, comprendes que tu vida está en otro mundo, no en este. Como escribió el poeta Omar Khayyan:

Hombre, puesto que este mundo es un espejismo
¿por qué te desesperas,
por qué piensas incesantemente en tu miserable condición? (Khayyan, 1997:75)

Es posible que esa elección que tienes que hacer a cada momento se te represente, no como que eliges conscientemente el dolor o el Amor, sino como una elección entre una fuerza que te incita a la seguridad, a la comodidad, y otra fuerza que te incita al riesgo, a no saber cual va a ser tu próximo paso.

En la postura de seguridad te sientes atacado por todo y temes a posibles peligros que te llegan de todas partes. Pero si eliges el riesgo, desarrollas todas tus posibilidades viviendo con plenitud el presente para despojarte de las ataduras del ego e identificarte con la Unidad que rige a todo lo vivo.

Ahora vuelves a ser consciente de lo que ya sabías: Tu única evolución posible depende de que te entregues a esa fuerza de riesgo, de que apuestes en serio por esos anhelos que intentas esconder pero que siempre están en ti.

Decídete.

Con la sola intención de tu entrega, verás cómo empiezan a desaparecer tus errores, eso que creías que eras tú y que te limitaba y agredía. Entrégate. Desaparecerán aquellas ilusiones que confundías con tu realidad y descubrirás el propósito de tu vida.

¿Quieres llegar a ese otro mundo? ¿Quieres conocer la libertad real, personal?. Pues has de empezar por:

. Reconoce que vives en el error.

Tus creencias equivocadas te generan un sentimiento de culpabilidad por todo lo que te sucede en la vida. Además, te crees indigno de la perfección, te crees que no mereces lo que es bueno y te conviertes en un severo juez de los demás.

Todo este cúmulo de creencias equivocadas te abocan a creerte que estás solo y rodeado de miedos, por que te identificas, en vez de contigo mismo, con los elementos de tu mundo, ya sean personas o cosas.


. Reconoce que desde el desamparo en que crees vivir, no puedes salir del error.

Admite que necesitas un camino, una dirección que seguir por entre la espesa niebla de tu sueño de ilusiones. Tú no sabes cuál es el camino porque todo lo que ves a tu alrededor es confusión.


. Entrega tu vida al Amor.

El Amor hará lo que tú no puedes. Esta es la decisión única que podías tomar, pues la contraria es la confusión donde ahora vives.


¿QUÉ ERES?

En algún momento has de entender que debes de mantener pura toda la energía que empleas, tanto en pensamiento, emociones, palabra y acción. Porque tú eres un embrión de la Divinidad, has de mantenerte puro para extender lo perfecto.

Tú eres la obra del Amor y mereces Amor porque eres totalmente amoroso. Tú eres ese Amor y tal como pasa contigo, el Amor fluye en todas direcciones. De esta manera, tu cuerpo es como una botella llena de Amor. Tú puedes creer que no contienes nada o bien, puedes volverte Amor si eres consciente de lo que contienes. Pero si la botella se rompe, todo sigue siendo Amor.


¿CUÁL ES TU FUNCIÓN AQUÍ?

La respuesta más clara, simple y completa a esta pregunta ya la dio, y es la base de las siguientes indicaciones, el sabio Deepak Chopra:

1- Tú estás aquí para descubrir tu Yo verdadero, para que averigües por tu propia cuenta que eres un ser espiritual manifestado en forma física. Debes descubrir por tu cuenta que dentro tienes un dios en estado embrionario que quiere nacer para que puedas expresar tu divinidad.

2- Todo ser humano tiene un talento singular. Esto significa que hay algo especial para que tú hagas en este mundo físico.

3- Tu función es conocerte a ti mismo y servir a los demás a través de tu talento especial.

Para que entiendas estas palabras, has de unificar en ti mismo, para expresar esa Unidad en tu vida, las tres partes esenciales de tu ser: Cuerpo, mente y espíritu.

. CUERPO.
Tu vida física es un viaje que iniciaste con tu nacimiento y que termina con tu muerte. Más o menos, a medida que pasan los años, vas intuyendo que hay un camino que sigues pero desconoces quien te guía, hasta que descubres que, en realidad, es tu propia voluntad la guía. Entonces, te das cuenta de que todo cuanto te sucede sólo se genera en ti.

Tú tienes el don de crear en la materia a imagen y semejanza de lo que crees que eres tú mismo, es decir, de lo que es tu mente. Por esto, si en tu viaje por la vida enfocas a tu mente en la búsqueda de la comodidad y el placer de tu cuerpo estarás menospreciando la capacidad de servicio que te puede prestar tu cuerpo para que descubras tu verdadero Ser. Y no aprenderás nada, y siempre estarás comenzando de nuevo algo que no comprendes, porque estarás anclado en un fondo que no es a donde tú perteneces. Y tú lo sabes.

Pero si eres consciente de que tienes hábitos mentales erróneos, que se manifiestan perjudicando a tu organismo, esto significa que consideras tuyas la dignidad, la santidad y la perfección que te pertenecen y que puedes decidir hallarlas.

Por esto, es importante que decidas el uso que vas a dar a tu cuerpo en esta vida, no por el cuerpo mismo, sino porque si las energías de tu cuerpo están ordenadas es síntoma de que tu mente está ordenada.


. MENTE.
Si ahora te dedicas a mantener tu mente ocupada con asuntos que no son tuyos, puede ser que tengas el corazón vacío y que tu mente sea rica en astucia, pero que posiblemente seas insensible a lo que eres en realidad, si constantemente estás ocupado en:

. Ganarte la vida.
. Acumular experiencias..
. Entregarte a creencias.
. Ser patriota y rendir culto al estado.
. Desear ideales y virtudes.

Es así como te anclas al fondo de confusión en el que no puedes respirar ni ver luz alguna. Y no será casualidad, sino elección tuya, que:

. Te sientas orgulloso.
. Quieras ser diferente de los demás.
. Pienses en ti mismo y nunca en quien está contigo.
. Te entregues al deseo cíclico, y siempre insatisfecho, por las cosas.

Y, entonces, sumido en este carácter, que tal vez tu consideras tu manera de ser, lo que has elegido es estar al servicio de tu mente, es obedecer fielmente a una mente que te tiraniza.

Pero esa no es la función de tu mente ni tampoco es tu voluntad el servilismo ciego. Tu voluntad es que tu mente se una a tu propósito de vida. Así que no te queda más remedio que decidir si utilizas tu mente para uno de estos dos contrarios:

. Lo que piensas que eres.
. Lo que eres.

Si decides romper el ancla que te ata al fondo fangoso debes de tomar una decisión al respecto, y la única que puedes elegir es ser lo que eres porque hasta que no lo eliges conscientemente te estás negando a ti mismo. Así que tu trabajo para emerger y respirar de nuevo, comienza con esta decisión y continua cuando estás atento a tus procesos mentales para no creer que tú eres los fetiches e ilusiones que tú mismo fabricas.
Tú estás preparado para alcanzar niveles mentales mucho más altos del que tienes, pero no has de ser conformista en nada pues el conformismo es el ancla. No debes conformarte con lo ilusorio. Sólo la verdad en ti tiene el poder de satisfacerte plenamente.

Tu mente es fundamental para ti ya que es la central de comunicaciones entre el espíritu que realmente eres y el cuerpo que has de transcender. Por esto, tu grado de evolución humana sólo está en tu mente. Tu mente recta no tiene evolución posible, pues la perfección no precisa evolucionar.

Tu energía mental está perfectamente estructurada y responde a unas leyes que permiten las relaciones entre los seres humanos y las relaciones entre los seres humanos y
la energía universal que rige el cosmos.

Por eso, la función de tu mente, tu objetivo en la tierra, es traer esa energía universal hasta la materia para armonizar todo lo vivo. Esto significa convertir en paz, luz y alegría cada parte de tu ser.

. ESPÍRITU.
Tú eres lo que debes ser. Espíritu es realmente lo que eres, lo creas o no, estés de acuerdo o no. Ese es tu nivel de existencia y es eterno, perfecto e inmutable, y te hace Divinidad a través de todos los demás seres que percibes como separados..

Así que eres un ser infinito, no limitado ni en el espacio ni en el tiempo. Y así te describió el poeta Manuel Fernández Mota:

Llega el hombre, la frente luminosa,
la frente altiva,
la gloria de los mundos alzando sus latidos. (Fernández Mota, 1997:37)


No es tu objetivo supeditarte a ningún valor terreno, ni familia, ni estado, ni ideología... Sólo quieres llegar a lo que eres. Y aunque des vueltas sin sentido y a veces vuelvas sobre tus pasos, tu final, eterno, está en fundirte con lo Divino junto con todo lo creado.

No intentes cambiarte, ya que eres inmutable, porque así sólo estarás dando palos de ciego y sólo te estarás perjudicando a ti mismo. No te compliques con las banalidades que te ofrecen los sentidos físicos: Únicamente conseguirás perder tiempo y el tiempo no te sobra, lo tienes contado:

No sigáis la pasión para que no os apartéis de la verdad. (El Corán, 4,134/135)

Porque si te consideras cuerpo, irás a la podredumbre de la carne y si decides considerarte espíritu regresarás al Amor, de donde vienes. Así, la sabiduría consiste en que te dejes conducir por el espíritu y que pongas bajo esa dirección al cuerpo.

TU CUERPO NO ERES TÚ

Mi cuerpo no es mi cuerpo,
es ilusión de otro ser.
Conoce el arte de hurtarme
y es de tal modo sagaz
que me oculta a mí de mí.

CARLOS D. DE ANDRADE






Tú conformas tu propio aspecto físico. No es cuestión de herencia, pues la forma de ser y de estar en este mundo configura tu cuerpo. Como cada persona tenemos una forma distinta de estar en el mundo, según la cultura en que nacemos, puedes afirmar que tu aspecto está culturalmente programado.

Tu cara y tu manera de llevar tu cuerpo te definen. Es tu sello personal, que indica qué concepción tienes del mundo y cómo te sitúas en él. De todas formas, y a pesar de la forma o diversidad de los cuerpos, es interesante que te des cuenta de que tu cuerpo, de que ningún cuerpo, está separado de lo que te rodea.

Tu cuerpo está formado, básicamente, por la misma estructura material que forma la tierra, plantas y animales. Porque toda materia tiene en común su constitución físicas y también la energía que la conforma.

Toda materia acumula la energía universal y la extiende, y las personas tenemos, en este aspecto, una diferencia notable respecto a los animales y las rocas y es que podemos hacer que esa energía que recibimos se extienda desde nosotros erróneamente o de forma adecuada, según elijamos.

Por esto, si enfocas tu energía en prestar atención a alguna imperfección en tu cuerpo, encontrarás en él malestares continuos y la enfermedad; pero si pones tu energía en su perfección nunca deberás ocuparte de él.

Deduce, pues, que la función de tu cuerpo es manifestar la perfección en el mundo de las formas, esa perfección que es la realidad de tu verdadero Ser: Tu espíritu. Así, tu cuerpo es sólo un instrumento del que se sirve el espíritu para cumplir su labor de extender la perfección.

Aunque todo lo que te rodea te incita a que dediques tu inteligencia a estar al cuidado de tu cuerpo, debes de invertir esta generalizada costumbre y decidir que sea tu inteligencia la que dirija a tu cuerpo.

Pero si estás eligiendo que tu cuerpo gobierne a tu inteligencia, sé consciente de las dificultades que eso te genera:

. Te sientes incómodo, aunque no llegas a comprender que es una forma de vida que te niega.

. No eres consciente de que tu cuerpo te domina.

Y si decides que tu inteligencia se sirva de tu cuerpo, te puedes distinguir de tu cuerpo y te afirmas como esencia distinta a la materia, por lo que entenderás:

. Que tu cuerpo no eres tú.
. Que con tu cuerpo no tienes una relación entre iguales.
. Que tú eres tu espíritu y que a través de tu cuerpo puedes expresar tu verdadera esencia.


¿POR QUÉ TIENES UN CUERPO?

Imagina por un momento que tú eres un litro de agua y que vives en un lago donde hay millones de litros de agua como tú.

Mira el lago y observa que no hay diferencia alguna entre ese litro de agua que tú eres y entre la demás agua y que, por lo tanto, no puedes distinguir entre ti y los demás litros.

Pero, de pronto, y sin saber por qué extraña razón, en cada uno de los litros de agua que vivís en el lago se genera un pensamiento de separación y, a pesar de ser idénticos, empezáis a considerar que sois diferentes y que estáis separados.

Entonces, cada litro de agua se convence de que es diferente a los demás litros, por lo que cada uno se imagina que para vivir bien necesitaría una botella donde estar contenido.

Y, claro, a cada litro de agua le apetece estar en una botella distinta a la de los demás litros:

. Unos buscan botellas de cristal y otros de plástico, o barro, o hierro, etc.
. Unos quieren botellas gruesas y otros finas.
. Unos buscan botellas de colores y otros no.
. Unos desean botellas alargadas y otros botellas redondeadas.
. Otros necesitan botellas grandes y otros botellas pequeñas.
. A unos les gusta el material del sitio donde vive y a otros de tierras lejanas.
. Etc.

Ahora imagina otra vez el lago. Ya no es una extensión de agua tranquila. En la tierra se ve un hueco a veces profundo y en ese hueco están todas las botellas donde habitan los litros de agua. Están muy juntas y hay tantas, y cada una diferente en algún aspecto a las demás, que sólo puedes quedarte extasiado contemplando tan inaudito espectáculo.

Ahora observa más profundamente. Si te dedicas a admirar las delicadas transparencias que los rayos del sol reflejan en cada botella y te dejas seducir por las sugerentes curvas de las formas, estás engañándote, porque así te persuades de que lo que no es importante es lo real para ti, porque tú, a pesar de estar contenido y separado por una botella, sigues siendo un litro de agua.

Pero si en lugar de identificarte con la botella que te separa de los demás litros de agua, te identificas con el agua misma, cuando llegue el momento de que todos los litros de agua decidáis volver a estar unidos no te sentirás extraño.

De esta manera, si te identificas con ser una botella, con ser tu cuerpo, nunca entenderás nada de lo que pasa en tu vida aquí en la Tierra. Pero si te identificas con el agua, con tu espíritu, puedes comprender que tu propia voluntad es la que moldea a tu mente y que tu mente, a su vez, se vale del cuerpo para cumplir la que es tu voluntad.


TU GRAN DECISIÓN

Tu cuerpo es una jaula en la que te imaginas encerrado para convencerte de que estás separado de los demás, de que las personas estamos separadas unas de otras.

Esta separación te da cierta comodidad, una falsa seguridad de que tú tienes razón pero en el fondo te da miedo porque la jaula también te separa del Amor y tú sabes, aunque te cueste reconocerlo, que tú sólo eres Amor. Y más miedo aún te da tu propia convicción de que el deterioro de tu cuerpo, la muerte, es tu fin.

Por esto, porque crees que tu existencia está condenada al fracaso de la podredumbre de tu carne, maltratas a tu cuerpo:

. Lo resaltas para atraer a otras personas para la relación física, con lo que tienes el único objetivo de compartir tu miedo y afianzarte en la separación radical que mantienes contigo mismo y los demás.

. Te alimentas de comestibles industriales, de pienso para personas, en lugar de comer los alimentos que te corresponden para mantener tu mente abierta y tu cuerpo fuerte y sano.

. Sientes la necesidad de depurar por diversos métodos el agua que bebes para liberarla de los elementos que consideras nocivos, y que previamente vertiste en ella.

. Abusas de las medicinas porque ese mismo miedo te hace que te dediques, fundamentalmente, y de manera obsesiva, a intentar proteger a tu cuerpo.

. Obstruyes tus vías respiratorias y tu sangre con el humo de cigarrillos y con variadas sustancias adictivas porque te hacen sentir que la razón es tuya y que, aunque estés convencido de que eres cuerpo, te ayudan a evadirte de ese pensamiento cuando te interesa.

Tú crees que es lógico este comportamiento tuyo, pues creyéndote cuerpo sólo te puedes comportar como un animal. Pero también has comprendido ya que por más que intentas ser un perfecto animal, tu sabiduría siempre te lo impide.

Tú eres algo distinto a tu cuerpo. Y lo que tú eres no es siempre lo que tu cuerpo desea. Puesto que tú eres una parte del Amor sólo es tu voluntad aquello que el Amor quiere. Por esto es tan necesario que busques sin cesar en lo más profundo de tu ser hasta que encuentres el Amor en tu interior, pues conforma tu única realidad.

Tu cuerpo es un animal, sí, pero está contigo para servirte, no para que tú le obedezcas a él. Por ello, trátalo bien y cuídalo. Dale sólo alimentos y bebidas puras y limpieza física y psíquica. Tu cuerpo es sólo un instrumento al servicio de tu espíritu. Y lo que es únicamente accesorio, tú lo confundes con lo esencial. De ahí que sólo te provoque frustraciones, pues le atribuyes unas necesidades y un poder que en realidad no tiene. Tu cuerpo no piensa ni siente, no tiene poder alguno. Es sólo un elemento de aprendizaje del que te sirves en este mundo que has inventado y, que por ser una ilusión tuya, te parece muy real.

Y si te lo propones, y así lo decides, puedes cambiar el propósito de tu cuerpo si le das otra finalidad distinta a la de que sea refugio de tus miedos. Cuando te identificas con el Amor encuentras de veras esa seguridad que ahora buscas en tu cuerpo y compruebas en ti mismo que el miedo no existe. Con lo que a tu cuerpo sólo le queda el propósito de ser santo, pues busca la mano de tu hermano, de quién está junto a ti, para caminar juntos.

Así, puedes ya saber que el cuerpo en sí mismo no puede ser nunca ni pecaminoso ni inocente, ni bueno ni malo. El cuerpo es neutral y la función que realiza depende de las creencias de tu mente.

El cuerpo es un simple recurso de aprendizaje destinado a facilitar un nuevo estado del Ser en el que el cuerpo se haga innecesario:

. Si lo usas para atacar, lo ves débil y destinado al sufrimiento y la muerte.

. Si lo usas para extender el Amor hasta aquellos que aún no lo aceptan, el cuerpo se hace santo. Y en ese estado, no puede ni enfermar ni morir. Cuando deja de ser útil, simplemente se deja a un lado.

Si transciendes tu cuerpo llegarás a la visión que escapa al ojo físico. Encontrarás que has tomado la gran decisión que siempre has esperado:

. Una fortaleza inmensa en lugar de la debilidad.
. La unidad en lugar de la separación.
. El Amor en vez del miedo.

Así, tu cuerpo se convierte en un templo que contiene un altar que es tu espíritu:


Templo Cuerpo


Altar Espíritu


Unión




EL FIN DE TU CUERPO

Ya sabes que aquella unión total que buscabas en las relaciones físicas era un intento de comunicar con los demás tal como el Amor comunica entre sus creaciones. Y ya sabes que el encuentro físico no puede proporcionarte eso porque lo has de buscar desde otro plano, desde tu realidad espiritual.

En el espíritu ya no adoras ídolos ni ocultas tu libertad bajo conceptos como pasado o futuro. Eres ya libre porque no te percibes limitado por un cuerpo, ni ves ya a tu mente como que pertenece a tu cuerpo.

Tu verdadera dimensión es la santidad y la inocencia y esto tienes que elegirlo con tu mente, con lo que tu cuerpo se convierte, automáticamente, en la herramienta apropiada para que tu ser desarrolle su voluntad.

Ahora la función de tu cuerpo es muy concreta y no da lugar a confusión: Se pone al servicio de la libertad que te pertenece. Y con tu cuerpo y con tu mente en el mismo propósito das un regalo de libertad a todos aquellos que todavía creen estar esclavizados en el interior de un cuerpo. Así, eres libre y los demás se pueden valer de tu liberación para alcanzar la suya.

Sabes que ya eres eterno porque tu ego ha desaparecido, y, con él, tus sueños de separación y miedo. Y para esto no es necesaria la muerte porque ya la muerte no es nada. Sólo necesitas la vida y la única vida posible, únicamente está en el plano de la mente. Pero la mente es una para todas las personas.

Con lo cual, tú ya superas a la muerte puesto que la muerte es un intento de resolver los conflictos sin tomar ninguna decisión. Y tú ya has tomado la decisión de la vida. Has tomado la decisión de la unidad, de estar en el Amor, y de la unidad no es el cuerpo puesto que se puede destruir y es el símbolo máximo de la separación.

Abandonas el cuerpo cuando ya no lo necesitas para tu trabajo espiritual, y es como vuelves al lago, donde eres un litro de agua, en perfecto complemento y perfecta unión con los demás millones de litros de agua.

Deepak Chopra describía esta unión, este volver al origen, a lo Uno, tal como es en el eterno aquí y ahora:

Nuestro cuerpo no está apartado del cuerpo del universo, pues a los niveles de la mecánica cuántica no existen límites bien definidos.

Somos como una sacudida, una onda, una fluctuación, una circunvolución, un remolino, una perturbación local en el campo cuántico más general.

El campo cuántico más general –el universo- es nuestro cuerpo ampliado. (Chopra, 1996:87

¿A QUIÉN OBEDECE TU MENTE?

La separación es simplemente otro término para referirse a una mente dividida.

UCDM






Tu mente está constantemente trabajando, dando vueltas sin parar a una enorme multitud de ideas y ese trabajo produce formas mentales, decisiones concretas que se separan de la vorágine mental y toman una personalidad definida. Y esta personalidad es lo que se manifiesta en tu cuerpo.

Tu mente es muy poderosa. Es creativa y esto significa que lo que decides aceptar en tu mente, tu mente lo hace realidad para ti. Miguel Angel Cornejo lo describió así:

Nuestra mente se predispone y hace todo lo posible para que las cosas sucedan de acuerdo con nuestras expectativas. (Cornejo, 1993:22)

Este proceso de creación puede estar próximo a lo que expresa el siguiente esquema:

MENTE

Abstracción.
Mar de ideas.

Una idea se define.

La mente extiende esa idea.

La mente se conoce a sí misma
por lo que extiende.


Si extiende Amor Si extiende la negación
la mente enseña del Amor, enseña lo que
lo que ella es. no es.

Enseña seguridad La mente se afirma a sí
y no tiene necesidad misma identificándose
de atacar. con el cuerpo. Y se une a
él creando una red de conflictos.
Tu mente enseña paz.



Tu mente enseña ataque.

El ataque te causa dolor.


Crees que eres cuerpo.

Esto es lo opuesto de lo que eres en realidad.

Como te identificas con tu cuerpo, eso enseñas.

Y de esta manera enseñas lo que no es cierto.

Tú, sin decirlo, expresas lo que has elegido en tu mente puesto que tu mente puede comunicarse directamente con las demás mentes. Y de hecho, sólo las mentes pueden comunicarse. Esto ya lo has comprobado cuando entendiste que en el nivel del comportamiento ni se aprende ni se enseña, ya que puedes estar haciendo algo en lo que no crees.

Por esto, no hay ningún pensamiento que no tenga la máxima importancia, ya que al pensarlo tu mente, automáticamente lo está creando en todas las demás mentes. Y, entonces, tienes que creación y comunicación son una misma energía.

Así, tu actitud mental te crea a ti mismo y crea el mundo que te rodea. Tú tal vez, de forma general, estás en alguna de las siguientes fases de percepción:

1- Actitud mental errónea = Vida de conflictos.
2- Actitud mental creativa = Vida de conflictos.
3- Actitud mental creativa = Vida creativa.

Estas tres fases son un resumen del proceso de cambio que se da en ti desde que te percibes en un mundo de dolor hasta que reconoces y te afirmas en la perfección que eres. Pero todo depende de lo que tú quieres ser. Tú tienes el mundo que has elegido vivir; nada de lo que hay en tu vida se aparta lo más mínimo de lo que has elegido en tu mente, pues toda causa afirma su origen.

Entonces, así las cosas, tú tienes un desafío que afrontar de manera personal y que nada ni nadie puede hacer ni deshacer por ti: Vas a elegir, en algún momento, adquirir el control sobre tu mundo interno:

- Reduces poco a poco ese monólogo que tu mente tiene siempre consigo misma, donde mezcla los acontecimientos y las emociones de la manera que le parece más conveniente.

- Enfocas tu atención en desarrollar una actitud mental creativa para extender a tu mundo físico el Amor y la vida afectiva.

- Eliges desarrollar una actitud mental clara y analítica por la que puedes identificar en ti cuáles son los conceptos y las percepciones adecuadas.

Con esto eliges cambiar de mentalidad porque lo necesitas, ya que es mucho más fácil pensar de acuerdo a lo que eres, un ser perfecto y creativo, que pensar en desacuerdo a la propia personalidad.

Así consigues la actitud mental creadora que te aporta una vida creativa y feliz. Pero, incluso, si alguna vez sientes que has elegido equivocadamente en algo determinado, siempre tienes la posibilidad de no aceptar ese error en ti, de no hacerlo tuyo, y de examinar con toda tu honestidad la situación que lo ha provocado. Encuentra:

- Qué es lo que has pensado que un ser perfecto no habría pensado.
- Qué no has pensado que un ser perfecto hubiera pensado.
- Qué has hecho que un ser perfecto no hubiera hecho.
- Qué has dejado sin hacer que un ser perfecto hubiera hecho.

Al cabo de cierto tiempo tú llegas a ser exactamente esto que estás dando a tu mente. Serás una persona próspera y feliz porque así has decidido que sean tus pensamientos y olvidarás aquella tristeza y amargura a que te habían llevado tus pensamientos de “no tengo suerte”, de “no merezco” y de “soy débil e indefenso”.

Tú puedes cambiar las leyes de la biología en tu cuerpo. Fisiológicamente hablando, cuando te sientes feliz no eres la misma persona que cuando te consideras deprimido. Esa emoción, ese estado de tu mente, es transmitido por mensajeros químicos a cada una de las células de tu cuerpo y las células aprenden esa emoción y se unen a ella.

Por esto, los conflictos que mantienes y los miedos que nutres en tu mente pueden, normalmente, generarte problemas físicos. Porque tú eres una mente, una serie de pensamientos, que ha aprendido a fabricar un cuerpo físico y no te correspondes con la muy extendida idea de que tu cuerpo físico ha aprendido a pensar.

Tú, tu esencia, no está reducida a tu cerebro sino que tu mente está expandida por todo tu ser, por todo tu espacio interior y por todo tu espacio exterior.


¿A QUIÉN SIRVE TU MENTE?

Tu mente tiene el poder de crear, al igual que así tú fuiste creado. Pero este poder puede establecer dos visiones de ti mismo, distintas y en absoluta contradicción.

A través del sistema de pensamiento que conforma tu estado mental, tu mente:

- Cuestiona.
Y se percibe a sí misma en cada aquí y ahora. Encuentra oportunidad en cada momento para hallar un eterno presente lleno de respuestas.

- No cuestiona.
Cree que el futuro será igual que el presente y así se cree estable, pero esto es sólo un intento de obviar el miedo aterrador de que el futuro va a ser peor que el presente.

En tu mente, de forma inconsciente, ya elegiste una de estas dos opciones para que sirviera como base a tu sistema de pensamiento. Y esta base, la que elegiste de las dos alternativas, es la que sostiene tu existencia. Pero profundiza un poco y analiza cómo se traduce esta elección subconsciente en tus creencias interiores:


- Si tu mente cuestiona, te unes a todos los seres.
Porque reconoces la plenitud de todo lo vivo y percibes la perfección en todo lo creado.
. Tu mente extiende y se afirma en lo que considera valioso, ya que extiende la perfección que reconoce en los demás.
. Extiendes el Amor, porque encuentras igualdad entre ti y el otro.
. No tienes necesidades porque tu mente está plena de abundancia.

Con esta comprensión de la vida, tú sólo puedes reconocer que hallas la felicidad en este mundo, aunque tú ni estás en él ni eres de él.

- Si tu mente no cuestiona, tú te crees separado de los demás.
Desde esta actitud tu mente rechaza a una parte de sí misma y esa parte fabrica su propia visión de la creación, su percepción particular de lo que eres tú y de lo que son los demás. Y percibe que está disociada de la Creación y te hace sentir diferente de tus semejantes y mejor que ellos.

Por lo que ya tienes la base adecuada para:
. Privarte de la felicidad que te es innata.
. Creer en un mundo de escasez y enfermedad.

Y crees que tu realidad es el mundo que has inventado, aunque sabes que realmente no forma parte de ti y lo rechazas. Pero tú mismo te encuentras separado ya que te crees diferente a tu mente. Y como inconscientemente atacas tus propios pensamientos, no sabes que te estás atacando a ti mismo.

En este punto de tus procesos mentales ya puedes entender que si en tu mente te crees separado de los demás, te estás identificando con tu mundo inventado, con el ego, con tu cuerpo, pero si en tu mente te unes a todos los seres, estás eligiendo identificarte con el espíritu.

- Si eliges identificarte con el cuerpo:

. Te sientes culpable, sin saber muy bien de qué.
. Haces del dolor y el sufrimiento tus guías.
. Enferma tu cuerpo.
. Te castigas a ti mismo y atacas a los demás.

Sin saberlo, te has creado alrededor una espesa trama de dolor que te asfixia, pero tú sabes que siempre puedes elegir de nuevo.

- Si eliges identificarte con el espíritu:

. Te identificas con el Amor.
. Te liberas de tu sentimiento de culpabilidad.
. Sanas tu mente y tu cuerpo.

Por tanto, cualquier error que haya en tu mente es que en algún momento has sustituido el Amor por el miedo. Y no puedes ser libre mientras te percibes a ti mismo en ausencia de ese Amor. Tu cuerpo sólo tiene por objeto limitarte y si en él buscas la libertad, la estás buscando donde nunca la puedes encontrar.

No respondas, por tanto, a ningún pensamiento que se oponga a ver la totalidad de tu ser. No es tu voluntad el mundo del dolor y sí son tu voluntad la paz y la unidad. Elige, pues, a quién quieres que tu mente sirva. Lo único que no puedes elegir es que tu mente sirva a dos sistemas de pensamiento distintos. Has de elegir uno.

Y ten en cuenta que, lo creas o no, quieras o no aceptarlo, eres un solo Ser, verdadero y eterno, que no puede cambiar ni ser cambiado. Pero tú te percibes a ti mismo como si fueses dos: Bueno y malo, de amor y odio, con mente y con cuerpo.

Esta percepción dividida sobre ti mismo sólo te genera conflicto y el esfuerzo baldío de que quieres reconciliar lo que es contradictorio. Tú tienes que diferenciar entre lo que es verdad y lo que son ilusiones para que puedas elegir acertadamente:

Una mente y un cuerpo no pueden ambos coexistir. No trates de reconciliarlos, pues cada uno de ellos niega que el otro sea real. Si eres lo físico, tu mente desaparece del concepto que tienes de ti mismo, pues no tiene un lugar en el que realmente pueda ser parte de ti. Si eres espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu realidad. (UCDM. Lecc.96, 3-4)

El siguiente esquema puede serte útil para apreciar las diferencias entre los dos sistemas de pensamiento en que puedes elegir basar tu mente:

MENTE
Abstracción


EGO ESPÍRITU
Parte de la mente Estás en completa y
se hace concreta y perfecta comunicación
percibes partes en con todos los aspectos de
lugar de un todo lo creado.

Cada mente es un canal
que expresa la voluntad Una del Amor.
Te proteges de las
demás partes.

Todos los seres pertenecen al mismo orden y todos están comunicados entre sí. Esta comunicación es abstracta, ya que se aplica universalmente y no está sujeta a ningún juicio, excepción o alteración.
Reaccionas atacando
a tus propias percepciones.

Tu mente distorsiona su
función. Niega la comunicación
con el Ser, aunque nunca puede
perder su capacidad de comunicar.

Tienes una idea limitada de lo que
es tu realidad, pero necesitas compartir Tu mente es una con
y lo haces ofreciendo a personas todas las mentes, está
concretas los apegos que atesoras. en comunicación con
todo lo real, y compartes unidad y dicha en todas las mentes.



Y en este otro esquema puedes apreciar cómo el sistema de pensamiento que has elegido, de identificación con el cuerpo o de identificación con el espíritu, influye directamente sobre ti:


MENTE


Pensamientos de Pensamientos de separación.
Unidad con todo lo
vivo.
Enfermedad.

Curación.
. Te crees incompleto y débil.
. Crees que tus hermanos son
Corriges la percepción débiles y que están incompletos.
de tu hermano y la tuya.

. Crees que no formas parte del
Unificas Amor.
. Te defiendes porque crees que
todo te ataca.
Obedeces a l realidad. Vives en el dolor y el miedo.
de tu mente.

Obedeces a esta ilusión de tu mente y crees que tú eres así.

Aprendes lo que crees que eres:
. Al proyectarlo sobre los demás.
. De lo que crees que son los demás.


TU MENTE ES LA MENTE UNA

Tu mente está unida a las mentes de todas las demás personas. En realidad hay una sola mente que está en todos nosotros. Y tú te resistes a aceptar esta idea porque crees que perderías tu identidad al abandonar tus límites. Por el contrario, al aceptar que eres tan ilimitado como tu Creador, recuperas el conocimiento y redescubres la libertad real..

Pero no existe ningún pensamiento que sea privado, que sea individual. Tú te crees fuerte en tus pensamientos, en tu actitud mental, pero si tus creencias y decisiones están basadas en un sistema de pensamiento que excluye al espíritu, no piensas nada en absoluto. Y no sólo no piensas sino que, para más pérdida, tienes la cabeza llena de visiones fantásticas y de alucinaciones.

Porque si niegas al espíritu estás negando a tu propia mente, a la Mente que compartes, pues tu mente es el medio del que se vale el espíritu para expresarse a Sí Mismo.

Por esto, la mente que sirve al espíritu está en paz y plena de gozo. Y, además, desempeña gustosamente su función en la Tierra de ser un simple canal de expresión de una Voluntad que es superior pero que también es la suya. Es necesario, pues, que vacíes tu mente de esos pensamientos que te parece que son tuyos para que permitas que en tu mente sólo haya lo que la Mente Una puso en ella. Así te reconoces tal como el Amor te creó y, por tanto, te aceptas tal como tú eres, con una mente íntegra y que extiende la paz.

Esa Mente que compartes con todos los demás seres es una luz potente que, cuando la aceptas en ti y te integras en ella, te libra de tus imperfecciones y te saca de tus errores a la vez que hace lo mismo con todo lo que esa Mente abarca.

Decídete a contemplar a esa Mente en todas partes porque sólo esa Mente es lo que hay en todas partes. Lo es todo porque es la esencia de todos los seres.

De esta manera, cuando dos o más mentes se unen en esta decisión, en esta entrega, se hacen tan fuertes que únicamente pueden expresar la perfecta Voluntad del Amor.

LA SANACIÓN DE TU MENTE

Dios ha hecho al hombre recto, y es él quien
se busca innumerables complicaciones.

QOHÉLET


Quien cambia la fe por la incredulidad se extravía del camino llano.

EL CORÁN


Nunca confundas la mentalidad recta con la mentalidad errada. Reaccionar ante cualquier clase de error de cualquier forma que no sea con un deseo de sanar es una expresión de esa confusión.

UCDM








El conflicto es el estado natural del ego, es la única consecuencia posible que se desprende de la creencia de identificarte con el cuerpo. Así confundes lo que es la vida con lo que es nada:

. Cuando te enredas en las cadenas de la ambición.
. Cuando te arrastras en los juicios y en la envidia.
. Cuando dejas que el deseo te lleve a la acción.

Toda esta confusión no eres tú. Eso es nada, tus ilusiones. Pero estas ilusiones tuyas tienen una base muy sólida: El sistema de pensamiento que has elegido para tus creencias. Pues ten en cuenta que creas cada impulso de tu inteligencia tanto a nivel mental, con un pensamiento, como a nivel físico, ya que cada una de tus moléculas obedece a la información que recibe.

Cuando el impulso es adecuado, se genera en tu Ser un futuro cierto, pues tu presente, instante tras instante, es el adecuado. Pero si mantienes una estructura mental desordenada, tus pensamientos y tus moléculas llevarán a sus planos correspondientes el desorden.

Por esto, no aceptes en tu mente ningún pensamiento que pueda ser causa de desarmonía en tu Ser. Y que no te importe si te parece que el mundo exterior te ofrece lo que ya no quieres. Manténte firme. No te dejes afectar por los pensamientos que no son tuyos y no te envolverán las emociones que no quieres. Tú, simplemente, produce perfección y eso manifestarás.

Aunque puede que no te lo creas, el uso incontrolado de tus pensamientos y sentimientos te pueden abocar a todo tipo de conflictos y enfermedades. Pero, en cuanto puedas, sal de esa dinámica para no crearte confusión con tus propios pensamientos. Es fácil mantener tu pensamiento en una actitud constructiva para crearte una vida armónica y llena de paz.

Salir del conflicto supone elegir unos determinados valores que deshagan el miedo y la inseguridad. Este es el camino de tu creación pues así, sobre tu caos inicial, estás generando un impulso de orden que va a conectar cada elemento con su función.

Cumple tu voluntad de perfección en esta vida pasando por alto siempre el error, pues ya sabes que no te pertenece y que sólo es una pura ilusión tejida por tu ego.


EL CAMINO HACIA UNA MENTE LIMPIA

Una mente limpia es una mente que no pone obstáculos a percibir la realidad. Para eso es necesario un análisis previo que le lleve a establecer el camino a la libertad.

Ese camino no es el placer efímero y agridulce que entiende el ego. Pues el ego carece de la capacidad de proporcionar placer real, ya que desconoce lo que éste significa, como desconoce el significado de todo lo demás.

Evita la especulación mental, no dejes a tu mente que vaya sin rumbo. Enfócala, dirígela. Y esto lo puedes hacer poco a poco, dentro de un juego mental diario que consiste en que cuando tengas un pensamiento que no quieres te repitas para tu adentro, o cantando, frases generadoras de Amor y comprensión.

A mí esto me ha dado mucho resultado. Por ejemplo, tras separarme de una mujer que amé, quedé con cierto rencor hacia ella porque la culpaba de la situación. Empecé a salir de ahí a los pocos meses de la separación, cuando fui consciente de que yo no quería ese rencor ni para mí ni para ella. A partir de esta decisión, cuando en mi mente aparecía ese pensamiento me pasaba horas y horas canturreando con multitud de tonos musicales que me inventaba:

. Todo es Amor.
. Yo soy Amor.
. Ella es Amor.

Pronto dejé de sentir esa sensación de malestar respecto a aquella mujer que aún amaba. Pero, además, ese continuado y sencillo ejercicio ayudó a grabar en mi mente la semilla que inició el cambio de mi carácter, pues yo desde hacía años siempre estaba como enfadado conmigo mismo y eso me hacía ser huraño y también me propiciaba no tener una relación adecuada con los demás.

Durante un mes repetí esas frases y durante el mes siguiente comprendí que mi enfado crónico no era culpa de nadie, sino que era una consecuencia natural del hecho de que no me aceptaba a mí mismo. ¡Durante ese mes lloré tanto!, pero no de dolor, sino por entender el proceso que estaba empezando a deshacer mi ego. Y durante todo ese mes repetí constantemente, sin parar en todo el día, frases como:

. Gracias, Padre.
. Gracias, Padre, por este día.
. Gracias, Padre, por estos hermanos.
. Dios es Amor.
. Todo es Amor.

Esto es sólo un ejemplo de cómo tener cuidado de los propios pensamientos y del efectivo resultado que acarrea. Tus pensamientos son la semilla de la que germinan tus palabras y tus acciones y, también, tu cuerpo. Ayúdate, para observar este cuidado, de las personas que te rodean cuando les necesites pues ellas también saben que pueden acudir a ti cuando tú les hagas falta. Indícales y deja que ellos te indiquen. Apoyáos unos en otros y extendéis la paz. Para ello ten en cuenta:

1- Haz realidad tu deseo de cambiar a los demás y de cambiar al mundo, cambiándote a ti mismo.
2- Ámate. Que tus pensamientos sean siempre los adecuados para que generen acciones adecuadas. Este amor en ti lo verán los demás y ellos también querrán cambiar.
3- Alégrate de la buena suerte de los demás y confía en ellos, sin exigir que ellos confíen en ti.
4- Presta tu ayuda sólo cuando te lo pidan.
5- Reconoce que el error es una ilusión y óbvialo.
6- La rabia reprimida se convierte en enfermedad, por lo que elige ser feliz en lugar de elegir tener razón.
7- Agradece a cada instante lo que eres y lo que tienes en lugar de lamentarte por lo que deseas.
8- Sé consciente de que tu sufrimiento únicamente está causado por tu mentalidad.
9- Entra en contacto con tu mundo interior y no necesitarás la aprobación de los demás.
10- Dedica tu energía a ser persona adecuada y no a buscar las personas adecuadas.
11- Deja de intentar complacer a los demás, pues hagas lo que hagas siempre verás insatisfechos. Tú eres quien tiene que estar satisfecho.


LA CURACIÓN DE TU MENTE

Tu mentalidad recta es en sí la curación a través de la iluminación, de lograr ser el perfecto canal que distribuye la energía universal a todo lo que te rodea. Y cuando eres el camino que recorre la Energía Creadora sólo es posible en ti la salud, pues evolución espiritual significa corrección.

Mientras estás en tu mente separada te crees vulnerable, estás lleno de temor y tu sistema de pensamiento se basa en el ataque. Curarte significa reconocer que eres Uno con todo lo creado y con tu Creador. Esto te sana a la vez que muestras el camino de la rectitud a los demás. Metafóricamente, a esto es a lo que se refería el grupo El último de la fila cuando cantaban:

Sed tan limpios como la nieve que cae,
todo tiene quien todo da.


Pero cuando te has decidido por el camino del Amor todavía te pueden llegar perturbaciones que pueden hacerte dudar respecto a tu actitud y tu voluntad. Para vencer esas dificultades analiza profundamente tu forma de actuar para que puedas descubrir cual es tu forma de pensar. Corregirte tú mismo es el primer paso para liberarte de las limitaciones que te parecen que eres tú mismo. Así se empiezan a deshacer tus conflictos.

Hay una fórmula que te puede ayudar bastante en este proceso. Y es que cuando tengas un pensamiento que no quieres o cuando hagas algo que no querías hacer:

1. Pide, mentalmente o de palabra, que se transforme eso en bien y que tú no lo quieres para ti ni para nadie.
2. Pide fuerza y sabiduría para no volver a hacerlo.

Ten en cuenta que si lo único que existe es la realidad del espíritu, lo único que puede ver una mente recta es el Amor y que cualquier pensamiento que no se ajuste a esta regla no puede sino ser un pensamiento errado. Así se expresa esta idea en El Corán (5,11/8):

Permaneced en pie ante Dios, sed testimonios en justicia. ¡Que el odio por la gente que no es equitativa no os arrebate a ser injustos! ¡Sed justos!

Es importante el sentido radical de querer ver sólo la perfección en los demás, pues cuando no tienes confianza en lo que otro va a hacer, estás dando testimonio de que tú no estás en tu mente de Amor.

Generalmente acusas a tus semejantes de no saber lo que quieren, de desvirtuar su camino, sus ideas o sus convicciones sin ser conscientes de que somos nosotros quienes hacemos eso en ellos.

Elige estar de acuerdo con la energía universal en cada momento de tu vida:

. Sé íntegro. Haz siempre aquello que te sugiere tu conciencia.
. Ten paciencia en tu vida y confía en los demás, pero nunca potencies actividades que separen a las personas, que creen diferencias.
. Ora, pide que el Amor te guíe.
. Da lo que tienes a las personas que lo necesiten.
. Haz siempre bien, aunque a veces te parezca que no eres correspondido.

Un día, de pronto, descubrirás tu mentalidad recta a medida que profundizas en el conocimiento de ti mismo. Analiza cada acción en tus relaciones para eliminar el conflicto y la autocontradicción, que son las causas fundamentales del deterioro de tu mente.

ERES RESPONSABLE DE TUS PENSAMIENTOS

Lo que somos es el resultado de lo que pensamos. Los malos pensamientos y los torcidos actos se reflejan en nosotros mismos.

GAUTAMA EL BUDA


De tus pensamientos proviene la destrucción.

MEVLANA JALALUDIN RUMI


Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras obras son los hilos de la red con que nos envolvemos a nosotros mismos.

SWAMI VIVEKANANDA


Tal vez creas que eres responsable de lo que haces, pero no de lo que piensas. La verdad es que eres responsable de lo que piensas porque es solamente en ese nivel donde puedes ejercer tu poder de decisión. Tus acciones son el resultado de tus pensamientos.

UCDM


















El pensamiento es otra forma de la energía. Con tus pensamientos canalizas de una forma determinada a la energía y atraes para tu vida la energía de las demás mentes que están en la misma sintonía que la tuya. Así das vida a tus pensamientos, así los manifiestas en la materia.

Si te sientes triste o infeliz se debe, simplemente, a que estás alimentando, tal vez pasivamente, pensamientos que te están llevando a esa situación. La energía entiende que en lo que tú pones tu atención es lo que quieres que se convierta en tu realidad. Entonces, la energía trabaja para cumplir tu voluntad y no distingue entre lo que temes y entre lo que deseas, ya que siempre va a materializar para ti aquello que mantienes en tu mente.

Por esta razón, todo místico, toda persona que ha elegido reconocer su espíritu, expresa cotidianamente no lo que es materialmente sino lo que es en el espíritu y, así, no da cabida en su mente a lo que no desea para su vida. Este es el motivo por el que cuando cambias tu actitud mental cambia tu vida:

. Si para tu sistema de pensamiento elegiste el Amor, tus pensamientos tendrán la energía adecuada para conformar un cuerpo sano para ti y una dicha inalterable para tu mente.

. Si para tu sistema de pensamiento elegiste el miedo, las glándulas de tu cuerpo no funcionarán correctamente y tus células estarán débiles y enfermas.

Te es necesaria mantener una mentalidad recta para poder corregir de forma real, pues manteniendo ahí a tus pensamientos no existe la posibilidad de que produzcan desarmonías ni físicas ni mentales. La consecuencia lógica de esto es que no veas error donde te parece que hay. Sana la situación que te ha llevado a esa creencia creando perfección.

Todo lo que ves es el resultado de tus pensamientos, lo creas o no. Y todos tus pensamientos son grandes y poderosos, pues te crean todo un mundo a tu disposición.

Pero cada pensamiento que tienes contribuye a que tu mundo sea verdad o a que sea una pura ilusión. Un pensamiento neutral, que no sea creador, es imposible ya que todo pensamiento, por vano o simple que te pueda parecer, fortalece tu actitud mental, ya sea de paz o ya sea de miedo.

A grandes rasgos, tu proceso mental puede ser así:

1. Desarrollas tu mente a través de tu experiencias.
2. Basado en tus experiencias, eliges un sistema de pensamiento para tu mente.
3. Tu mente genera una idea.
4. Esa idea fortalece tu sistema de pensamiento.
5. Tu sistema de pensamiento te hace vivir experiencias concretas.
¿Te estás dando cuenta de que, según esto, puedes estar atrapado en una trampa que tú mismo te has puesto, pero que no ves?.

Únicamente piensas en lo que conoces.

El mundo no es como tú lo ves. Lo que ves fuera de ti es sólo un reflejo de lo que tienes dentro. Y cuando descubres que dentro no tienes nada concreto, reconoces lo Absoluto.

El poeta Omar Khayyam expresó así este vacío de la existencia que es la Nada Creadora:

Cuando yo ya no esté, no habrá más rosas, cipreses,
labios rojos
ni vino perfumado. No habrá más albas ni crepúsculos,
alegrías ni penas.
El universo no existirá,
pues su realidad depende de nuestro pensamiento. (Khayyam, 1997:41




LA DECISIÓN ESTÁ EN TU MENTE

Tom McArthur, en su libro Pensamiento unitivo, narró una anécdota muy singular: En Irlanda del Norte unos bravucones encontraron a un extranjero por la calle y le presionaron y le amenazaron para que confesara si era protestante o católico. El hombre contestó que no era ninguna de esas dos cosas y les dijo que era judío. Entonces estos irlandeses, fuera de sí, volvieron a presionarle: “De acuerdo, ¿pero un judío protestante o un judío católico?”.

Esta es la trampa. Esos hombres tenían su mente basada en un sistema de pensamiento al que toda la existencia se adecuaba. Esta es la trampa que tú mismo te has construido: Estás cargado con una montaña de ideas que te aplasta contra el suelo. No sabes cómo quitártelas de encima y tampoco sabes cómo salir de esa experiencia que es la consecuencia de tus errores.

Pues bien, debes de saber que ha de ser tanta la presión que esto te cause, si no la tienes ya, que tratarás, por fin, de solucionarlo en ti. Primero intentarás dominar a tu propio miedo, creyendo que el error es tu forma personal de vida; pero entenderás que así sólo potencias tu miedo más. Pero, luego, inesperadamente, de pronto, sin tú saber cómo, te encontrarás haciendo lo adecuado cuando descubres que la única forma de salir del error es trabajar tus pensamientos para que todos sean Amor.

Si te concentras en el error, te mantienes en él. Pero si reconoces que circunstancialmente tienes un problema y lo analizas para corregirlo de inmediato, sales del error. Así, estás dándote tu poder a ti mismo pues tú tienes la innata capacidad de cambiar tu sistema de pensamiento, de elegir, porque ni los pensamientos ni las creencias son inamovibles.

Elige. Cambia para aprender.

Si tu sistema de pensamiento está basado en el miedo, en la creencia de que eres cuerpo, te percibes a ti mismo como un error, solo y separado de la vida, lo que te hace vivir limitado en tus propias ilusiones.

Crees que el conflicto, el intento de unir lo opuesto, es natural y enseñas eso, pero nadie podrá compartir esto contigo porque esa es sólo una percepción personal tuya y que está ahí porque tú te la crees.

Si tu sistema de pensamiento está basado en el Amor, porque crees que eres espíritu, te ves a ti mismo como creador de amor y amor enseñas. Tus ideas son reales porque siempre están en tu mente y jamás entran en conflicto. Puedes compartirlas cuando encuentras a otro ser y así extiendes el amor.

Elige. Sal del conflicto. No te mantengas en medio de estos dos sistemas de pensamiento porque están en total desacuerdo y se oponen entre sí. Si te quedas con los dos seguirás inmerso en un conflicto interminable, pero si eliges tendrás paz mental.

Elige y cambia. Cambia todo en ti. Sé un rebelde de la tranquila causa de la paz. Cambia tu interior, cambia tus creencias y tus pensamientos, y el mundo, tú, comienza a nacer de nuevo en cada momento.

No es lo exterior lo que está errado: Eres tú. Y tu pensamiento seguirá perdido hasta que te comprometas a mantener a tu mente recta en la luz. Elige el poder de unir tu pensamiento y tus creencias en la luz. Cree en tu poder y no sigas manteniendo la creencia de que tus pensamientos no pueden ejercer ninguna influencia real. Esta idea es debida a que tus pensamientos te dan miedo, ¡cambia tus creencias!.

No es el mundo lo que determina tus pensamientos, sino que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. ¡Vigila tus pensamientos y mantén tu mentalidad recta!. Y lo que sientas que no es tuyo, ¡cámbialo!, porque de lo que das fe refuerza tus creencias. En realidad, en el mismo instante en que te llega un pensamiento ya está generando sus efectos sobre ti, pues su causa y su efecto nunca están separados.

Por esto es que cualquier pensamiento sostenido en la mente se hace real. Y, por esto, elige mantener en tu mente sólo pensamientos de amor y estarás bendiciendo automáticamente a todos los seres de cualquier parte del universo, incluido tú.


TUS PENSAMIENTOS DE ATAQUE

Si aún no has elegido cambiar tu sistema de pensamiento a la creencia en el Amor, tu mente está aún llena de pensamientos de ataque.

Tú sólo ves un mundo de cuerpos y como intentas protegerte de él, le atacas con tus pensamientos de ira y estás a la espera de que el mundo se vengue y te devuelva el golpe. Así, crees, inocentemente, que tu ataque no es tal y que sólo es defensa propia.

Esta es otra vez la trampa, puesto que tú mismo has fabricado lo que odias y lo que deseas destruir. Esta es la trampa porque todo eso no existe a ningún nivel, salvo en ti. Por lo que, si la causa del mundo que ves son tus pensamientos de defensa, debes aprender a no desear esos pensamientos.

¿Por qué te quejas de cómo está el mundo? ¿Por qué tratas de cambiarlo desde un plano equivocado?. Jamás podrás cambiar al mundo que ves puesto que no es más que un efecto. Cambia tú, tu sistema de pensamiento, y cambiarás la causa.

Tú eres quien fabrica esas imágenes que no quieres. Pero no creas que estás atrapado por ellas, pues cambia tus pensamientos de defensa y de ser atacado y las terribles imágenes de conflicto y dolor que te parecen que son el mundo desaparecerán.

Cambia tus pensamientos de ataque y nunca temerás ya ser atacado. Y nunca tendrás ya una mente vulnerable. Cambia. Abandónalos, pues el ataque es a ti mismo primero, a tu propia mente porque al creer en él dejas de creer en ti mismo.

Nada puede atacarte.
Nada puede hacerte vulnerable, salvo tus propios pensamientos.
Y nada puede probarte que esto es así, excepto tus propios pensamientos.


Haz tuyo el sistema de pensamiento que te lleva al Amor y automáticamente debilitas el sistema de pensamiento que rige la creencia en el ataque. Aunque esta elección te cuesta que no te entiendan las personas que aún no creen en el Amor y que se sientan atacados, perdidos, pero respétalos, ahí es donde están.



TU RESPONSABILIDAD

Tus actos de este momento determinan lo que te ocurre en este momento.

Tus experiencias de este momento son causa de tus pensamientos de este momento.

Renueva tus pensamientos y tus experiencias se transformarán. Míralo en el siguiente esquema:

Pensamiento


Creación


Experiencia



Nivel del cuerpo Nivel de la
físico espiritualidad



Dependiendo del nivel en que elijas situarte, así influye tu sistema de pensamiento en ti. Siempre recibes la energía que das. Y tú tienes la obligación contigo mismo de dar al universo energía limpia, porque es la única manera de enriquecerte con nuevas cualidades y porque es la única manera que tienes de transcender definitivamente el error.

Tu pensamiento y tus sentimientos son los generadores de la energía que das. Si tu energía está en armonía con tu ser, estás bendiciendo a toda la humanidad. Pero si no, solamente tú eres responsable de cómo tu energía inarmónica afecta a todos los seres. Por ejemplo, cuando piensas mal de otra persona estás causando daño, energéticamente, de tres formas:

1. Tú mismo te rodeas de pensamientos erróneos en lugar de estar en actitudes creativas. Así estás incrementando el mal en el mundo.
2. Si esa persona elige para ella el error que le supones, le estás reforzando su sistema de pensamiento erróneo.
3. Llenas tu mente de error y eso coarta tu crecimiento.

¡Imagínate a qué gran velocidad haces avanzar una energía inadecuada cuando extiendes entre otras personas tus pensamientos erróneos!. Así que, por principio, no pienses mal de nadie ni hables jamás de nadie y niégate a escuchar a quien habla mal de otros. Y verás que no es tan fácil practicar esta simple decisión, principalmente por ti mismo, porque tendrás que aprender a ser verdadero y transparente en todo, en el pensamiento, en la palabra y en la acción.

- Pensamiento
Tu pensamiento hacia los demás debe ser siempre certero. No supongas nada sobre ellos, ni pienses que ellos están pensando en ti y tus circunstancias.

Si alguien te habla con furor, seguramente que no está así por razón tuya sino porque en sí mismo tiene alguna razón para ello y, por eso, vuelca su rabia sobre todas las personas que encuentra.

Tú eleva tu pensamiento a la perfección. No veas error en esa persona y así no te dejarás atrapar por su energía y, además, le ayudas a reconocer que aunque no lo crea, esa persona no es su error.

-Palabra
No hables nunca mal de nadie y no oigas a quien lo hace. Permanece en silencio y sitúa a tu mente en la perfección.

-Acción
Cuando hagas algo, hazlo con sinceridad, sin intentar ser distinto a como eres en realidad.

Aprende a descubrir al Amor en todo y en todos. Ayuda a las demás personas porque todos son como tú: Luz Divina.

Descubre de qué modo puedes potenciar esa Luz en ti y en ellos.


Siempre recuerda que tú eres el responsable único de todo lo que eres, de todo lo que ves y de todo lo que te ocurre. Pero si te niegas a elegir la Luz, a encauzar tu energía, toda clase de pensamientos y sentimientos te gobernarán indisciplinadamente. Elige ver la perfección en todo y tu pensamiento será espontáneo, directo, y no estará dirigido por tus errores.

Por lo tanto, te es esencial, absolutamente necesario, vigilar cada uno de tus pensamientos y cambiarlos cuando no son los adecuados:

- Cuando descubres un pensamiento en tu mente que no es de Amor, dile a tu propia mente que eso no es lo que quieres.
- Dile a tu mente el pensamiento correcto que tú sí quieres.

Ahora ya conoces el poder creador de tus pensamientos: Donde fijas tu atención, en eso te conviertes. Insístete a ti mismo, entonces, en ver a tu alrededor la mayor perfección, pues así es como vas a llegar a conseguir esa perfección en ti.

No seas el loco que no pone en duda el mundo que ve porque cree que es real. Los efectos de los pensamientos no se pueden cuestionar por lo que son, efectos. Cuestiona la causa de tus pensamientos y sabrás qué es la libertad.









¿Podrás examinar las siguientes frases?. Inténtalo:



- No existe ninguna relación entre lo que es real y lo que tú piensas que es real.

- Ni uno sólo de los que según tú son tus pensamientos reales se parece en nada a tus pensamientos reales.

- Tus pensamientos reales no tienen nada que ver con lo que piensas que piensas.

TUS PALABRAS TE CREAN

Guardaos, pues, de las murmuraciones vanas, preservad vuestra lengua de maledicencias, porque el dicho más secreto no deja de surtir efecto, y una boca mentirosa da muerte al alma.

SIRÁCIDA



Dios no ama la difusión del mal por la palabra, con excepción de quien es oprimido y lo difunde.

EL CORÁN


La palabra crea la limitación, y una mente que no está funcionando a base de palabras, no tiene limitación alguna, no tiene fronteras, no está amarrada.

KRISHNAMURTI












Tu pensamiento es abstracto y cada idea que te surge es parte de esa abstracción. Y en cada idea pones tu intención, tu voluntad de creación.

Si tu idea no se materializa, vuelve a la abstracción pero también puede volver periódicamente a tu pensamiento. Esto te hace dudar y no te permite fecundar otras ideas porque te absorbe, te paraliza. Limitas tu conciencia porque no realizas tu voluntad de creación.

Tu mente está bloqueada y expresas ese bloqueo a través de tus palabras. Hablas y hablas en vano. Tus palabras son pura retórica, te sirven para esconder tu miedo. Y las utilizas para crear tópicos ante los demás, en un intento de que nadie te vea paralizado.

Si tu idea es fecunda y genera acción, concreta una parte de tu pensamiento y lo hace materia. Pero a través de la mente de los demás, tu idea puede tomar dos direcciones:

- Vuelve a la abstracción al ser percibida en su aspecto material.
- Genera nueva acción creativa.

Desde esta perspectiva, tú apenas necesitas hablar, tu lugar es el silencio. Y las pocas palabras que digas deben ser, siempre, indicio de verdad.

Puedes deducir de estos dos procesos, que van desde tu mente hasta la expresión de tus pensamientos, que la única comunicación posible ha de ser honesta, abierta y clara. Esto significa que debes de mostrarte tal como eres, sin recelo ni vergüenza, sin esconderte detrás de las ideas de lo que te gustaría ser o de lo que a otros les gustaría que tú fueses.

Ten el coraje de ser honesto para verte y aceptarte tal como eres, como principio del trabajo con tu propia persona. Si no te aceptas, te entregas a que te gobierne una máscara que en ocasiones te hará sentir seguro pero que, en el fondo, te hace sufrir porque esa máscara es un autoengaño, tú mismo te engañas porque no quieres ver cómo eres realmente.

De esta manera estás en manos de la máscara: Con la ansiedad, porque te da miedo que los demás sepan cómo eres, y con la timidez, porque obstaculizas tus relaciones de afecto con el resultado de tu inseguridad ante los demás.

Pero puedes salir de esta situación si tienes el valor de comunicar tus debilidades y fracasos. Si, aunque a veces te parezca que no eres bien entendido, dices tus palabras para que hable el Amor por todos y por ti mismo.

Aunque te cueste un esfuerzo y te embargue ese delicado sentimiento de vergüenza, habla sobre tus errores, con la intención de no quererlos para ti ni para nadie, y tu palabra será limpia y clara y purificará a quienes la escuchen.

Esta es la forma de liberarte, de ser libre. Habla, compartir tus errores te abre a los demás. Así se desvanecen tus tensiones, porque encuentras que no tienes nada que esconder y, por tanto, no te interesa saber qué piensan los demás sobre ti. Así, también, los demás te respetan porque ya no te rechazan por tus defectos sino que, ante tu valentía, te valoran por tus virtudes. Y, así, tus relaciones son sinceras y profundas, porque tu sinceridad te hace afianzar tus amistades y crecer tu autoestima, lo que te permite aceptarte tal cual eres.

No hagas alardes, sé muy tranquilo en tus palabras para hablar claro y concreto. Esto es lo único que necesitas para reconocer ante otra persona tus dudas y errores. Así, pones a la palabra en su justo lugar, en el silencio, porque con ella no se definen los sentimientos, sino que los sentimientos se definen con hechos.



¿POR QUÉ TUS PALABRAS EXPRESAN EL ERROR?

“Si limpias tus manos antes de comer, limpia tu mente antes de hablar”. Esta es una hermosa frase y fíjate cuánta verdad encierra, ya que tu palabra es la voz de tu pensamiento y tu pensamiento es lo que genera tu mente.

Y niegas a tu mente cuando te dedicas a expresar, por norma y sin llevarlos a la corrección, los errores que te parece ver. En vez de ello, potencia tu energía mental creando lo que es verdad y manteniéndolo en tu mente.

Pero, ¿por qué niegas a tu propia mente?. ¿Por qué tu mente está enfocada a ver el error en todas partes, a no solucionarlo y a mantenerlo?. Todo esto es debido a tus propias creencias, al sistema de pensamiento que rige a tu mente y que se afirma con tus palabras y se expresa con tus acciones.

La causa de que tus palabras expresen el error y no la bendición del Amor puede estar basada en:

- Crees que eres sólo materia, carne destinada a la muerte.
No crees en la unidad de las mentes, en la Mente Una, y crees que tu relación con las personas es fingir cortesía ante ellas y criticarles después.

- Crees que tu experiencia propia es universal y la dogmatizas.
Piensas que todos los demás seres han de pasar por tu mismo proceso vital. Esto te lleva a juzgarles y a castigarles en tus pensamientos porque te parece que se salen de lo que, según tú, es la regla.

- Te crees infalible, exento de error.
Como nunca reflexionas sobre tus acciones ni sobre sus causas, no conoces tus errores y piensas que son los demás quienes se equivocan.

- Tienes complejo de inferioridad y en todo momento intentas demostrar lo contrario.
Por ello, como te sientes manchado, inseguro y sin derecho al Amor, te justificas intentando llevar a los demás a esa misma situación.

- Crees que el lugar donde vives es el mejor del mundo.
Y esta es otra de tus reglas para juzgar a los demás, ya que no hacen lo que, según tú, es lo mejor.

- Crees que nadie aprecia la vida como tú.
Y te conviertes en un “gourmet” para buscar exquisiteces sin cesar con el fin de embotar tus sentidos, de animalizar tu cuerpo y de negar tu espíritu.


LA PALABRA TE HACE

Tu verdadero lenguaje es la mente, el pensamiento. Pero tu mente no necesita comunicarse con las demás mentes porque lo sabe todo, ya que todas las mentes son Una. Por esto, más que hablar, calla, practica el silencio.

No obstante, puedes elegir dar a tus palabras la función de estar supeditadas al entendimiento con tu propio pensamiento, o, bien, puedes darles la función de que te expreses a través de tus sentidos corporales.

La palabra puede quitarte la posibilidad de que entiendas el pálpito de la vida. Esa prosa que ordena tus pensamientos y clasifica todo lo que te rodea es una forma de distancia. Elige, pues, expresar tu voluntad y habla de:

- La bondad.
- La armonía.
- El espíritu.
- La felicidad.
- El entendimiento.
- La unión.

Y di, haciendo tuyo el momento en que te expresas, haciendo tuyo cada uno de los momentos de tu vida:

- Quiero.
- Deseo.
- Espero.
- Amo.

Di lo que sientes tuyo en ahora, en presente, no en otras formas verbales que te pueden hacer expresar impotencia y lejanía sobre tus propias creencias. Cada palabra tuya indica que uno de tus pensamientos comienza a hacerse materia. Así creas tu energía mental en el mundo físico y ves tus propias creaciones cuando oyes tus palabras.

Así, tu palabra eres tú mismo. Afírmate y sé auténtico, un ser verdadero:

- Cumpliendo lo que dices.
- Creyendo en la palabra de los demás.
- Callando, estando en silencio, en vez de hablar en vano.


TU PALABRA TE HACE

Si tus palabras hablan de paz y armonía, tu conciencia no tarda en resplandecer y tú te conviertes en una presencia que bendice a toda vida. Y esto es así aunque no lo creas. Tú mismo puedes comprobarlo, y de hecho ya tienes alguna experiencia sobre esto. Si repites continuamente unas palabras concretas, la idea expresada por esas palabras es asimilada por tu subconsciente y se convierte en tu propia creencia.

Tu palabra da forma a la energía, crea lo que dices. Por esto es de uso común la norma de hablar de forma pacífica y armoniosa, para que la vida que crean las palabras sea amorosa. Esta idea está citada de forma precisa en La Biblia (Proverbios 16,24):

Panal de miel son las palabras amables,
dulzura para el alma y medicina para el cuerpo.

DE "TU MUNDO" A LA REALIDAD

El mundo en sí no es nada. Tu mente tiene que darle significado. Y lo que contemplas en él es la representación de tus deseos, de modo que puedas verlos y creer que son reales.

Tal vez pienses que no fuiste tú quien construyó este mundo, sino que viniste en contra de tu voluntad a lo que ya estaba hecho, un mundo que no estaba precisamente esperando a que tus pensamientos le confiriesen significado. Pero la verdad es que encontraste exactamente lo que andabas buscando cuando viniste.

No hay ningún mundo aparte de lo que deseas, y en eso radica, en última instancia tu liberación. Cambia de mentalidad con respecto a lo que quieres ver, y el mundo cambiará a su vez. Las ideas no abandonan su fuente.

UCDM


El universo físico no es otra cosa que el Yo que gira sobre Sí Mismo para conocerse a Sí mismo en forma de espíritu, mente y materia física.

DEEPAK CHOPRA













Tienes, como en todo, que elegir. ¿De qué forma quieres percibir al mundo?:

. A través de tus propias ilusiones de separación.
. A través del Amor.

Estas dos percepciones son totalmente diferentes, contradictorias y opuestas. Sólo puedes elegir percibir una y, entonces, dejas a la otra sin significado.

Si eliges ver el mundo desde tus ilusiones de separación, crees que vives en un mundo de odio, preparado para vengarse, y te resulta increíble la idea de un mundo de paz y luz que resplandece a través de ti.

Sin embargo, un mundo de odio es también inconcebible para quienes sienten dentro de sí el Amor, porque sólo contemplan un mundo inocente, lleno de esperanza y bendito.

Eres libre de elegir la forma de percibir el mundo que quieres, que deseas sentir en tu interior. Si el odio te habita verás un mundo temible, amenazado constantemente por la muerte. Pero si en tu corazón sientes Amor verás un mundo de felicidad y de esperanza. Pero aunque elijas la opción más difícil y más increíble, que es la elección de tu separación y la de tus ilusiones, ten en cuenta que siempre puedes alcanzar la libertad de tu ser analizando la fuente de tus pensamientos.

Este análisis te puede llevar al cambio de mentalidad que hace posible para ti el ahora, que te libera del pasado, que había tomado la forma de tus pensamientos, y que te libera del futuro. Así estableces como único tiempo al presente.

Para estar en el presente, el eterno ahora, has de comprender que eso que te parece el mundo exterior no existe. Recuerda que el universo sólo es en ti y que más allá de tu entendimiento está la nada perfecta que es el origen de la Creación.

El origen de todos los problemas del mundo está en ti, está en esa sensación interior que te hace creer que eres vida separada de la energía universal. Esta es la grave enfermedad que azota al mundo:

. Que te crees indigno del Amor.
. Que no te crees con capacidad para dar o recibir el amor.
. Que crees que hay un muro dentro de ti que te separa de ti mismo.
. Que te crees separado de las demás personas.


TU MUNDO IMAGINADO

El mundo que ves es un reflejo de tus pensamientos, de tus deseos, de tus emociones, es un espejo donde puedes ver todo lo que contiene tu sistema de pensamiento.

El proceso empieza cuando miras en tu interior y decides qué clase de mundo quieres ver. Luego, seleccionas de toda la información que te llega del mundo aquello que ya elegiste, para concluir creyendo que esa es la realidad.

Te vales, entonces, de esto, de lo que ya has elegido, para justificar tus propios errores, para seguir creyéndote que la ira es tuya junto con tu agresividad y tu falta de Amor. Y por esto, por esto mismo, es por lo que ves un mundo lleno de maldad y de destrucción.

Así, todo lo que tú ves sólo es real para ti. Pero tú sabes que este mundo en que te parece que vives no es tuyo, en el fondo tienes algo que te dice que este mundo no es tu hogar. Y te sientes extraño aquí.

Esta sensación, aunque la sientes de una forma inconcreta, siempre la tienes contigo, sabes muy claro que, quieras o no, constantemente la tienes ahí. Por eso caminas a la deriva en una búsqueda interminable tras algo que nunca encuentras y que, además, no sabes qué es.

A veces, para relajarte de esta tensión subterránea y cotidiana te evades en juegos y pasatiempos como los deportes espectáculo, el alcohol, las drogas o la televisión y, por un instante te tragas tus propias lágrimas y niegas tu desasosiego.

Todo esto es tu propio orgullo, no eres tú. Es tu orgullo quien te hace ver que estás separado de todo lo que te rodea y quien te hace creer que todos las demás personas son insensibles a lo que tú piensas.

De esta forma, tú estás viendo el mundo de una manera que no te conviene, porque te marcas unos objetivos con los que, en realidad, no te puedes identificar porque no coinciden con lo que tú eres.

Así, no entiendes el propósito de la vida y, por tanto, no haces un uso adecuado de ella. Tus objetivos ahora sólo tienen que ver con lo que llamas tus intereses personales y puesto que en realidad nunca puedes tener ese tipo de intereses, esos objetivos que te marcas son nada, no existen.

Renuncia al interés que tienes por las cosas y por las personas. Reconoce que no tiene ningún sentido que le asignes papeles a lo que te rodea porque cada cosa, cada animal o cada persona, no están ahí en función del interés que tú tengas por ello sino que todo tiene su función propia.

Reconoce esto y verás desaparecer el miedo y la violencia del mundo porque lo liberarás de la función que tú le asignas en tu imaginación cuando cambias tus pensamientos que le daban esa apariencia.

Tú te inventaste ese mundo para ocultarte a ti mismo tu verdadera función, y para sentir justificación por ese olvido: Tu verdadera función en el mundo es el perdón, reconocer que en cada ser sólo hay perfección.

Aprende a perdonar. No perdonas porque eres “bueno” sino porque entiendes que lo que ves no es real. Cuando distorsionas el mundo dándole la función de lo que te parece que son tus intereses personales estás viendo lo que no está ahí.

A medida que aprendes a reconocer estos propios errores de percepción, aprendes a pasarlos por alto, a no verlos, y al mismo tiempo te perdonas a ti mismo por haberte negado la realidad. En La Biblia este nuevo, y siempre eterno reconocimiento del mundo, se describe así:

Pues si con Cristo estáis muertos a los elementos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os dejáis imponer ordenanzas? (Colosenses 2,20)

Y en Un Curso de Milagros, a esta percepción renovada del mundo se le llama conocimiento:

El ego construyó el mundo tal como lo percibe, pero el Espíritu Santo –el reintérprete de lo que el ego construyó- ve el mundo como un recurso de enseñanza para llevarte a tu hogar. (UCDM. Cap. 5-III,11)



EL FIN DE “TU” MUNDO

El desapego material, como vía de inicio al conocimiento, también está expresado en El Corán (3,12/14):

El amor a las pasiones, tales como las mujeres, los hijos, quintales atesorados de oro y plata, caballos de raza, animales domésticos y tierra de labor, se ha hecho hermoso para los hombres. Eso es el goce de la vida mundanal, pero junto a Dios está la hermosura del retorno.

Esta es la nueva manera en que vives en este mundo: Una manera que no es de este mundo. Y se te nota, se nota en tu cara y en tus expresiones, porque:

. Sonríes a menudo.
. Tus ojos hablan de paz.

Has podido abandonar aquel mundo completamente loco y lleno de dolor, porque así lo has decidido. Para ello, no te ha hecho falta la muerte sino que lo has conseguido mediante un cambio de parecer respecto al propósito que le asignabas al mundo.

Cuando has creído que el mundo tenía valor para ti, así era. Pero si contemplas al mundo con la nueva visión de no querer nada de él, de no desear nada ni poseer nada, y sin ninguna meta por alcanzar, tus ilusiones se alejan de ti y contemplas cara a cara la realidad.

El mundo únicamente cambia gracias a ti, no hay ninguna otra manera. Y no lo haces porque algo te empuje a ello, sino porque has llegado al convencimiento del Amor. Y por ese convencimiento, a pesar de todo lo que te pueda parecer en contra, tratas a todas las personas que encuentras con ese Amor único
. Todos reaccionarán ante tu actitud:

. Si la persona tiene tu misma visión, te reconocerá como semejante.
. Si la persona aún no ha encontrado el camino hacia su Ser, también te reconocerá y creerá que aún eres como él, sin saber que ya cambiaste.

Como todos se identifican contigo, te hacen suyo, te conviertes en el medio necesario a la energía universal para extender la perfección en el mundo.

Este es el camino del Amor. Y como lo andas siendo Uno con todos los seres, te conviertes en la ayuda que necesitan para reconocer en ellos mismos la realidad y, además, de esta forma, te refuerzas y te afianzas a ti mismo en tu visión de la realidad. Así, extiendes la perfección, porque:

. No hablas a nadie de ilusiones.
. No enseñas ilusiones a los ojos de nadie.

A medida que la realidad se hace fuerte en ti, guías a las demás personas por la senda de la felicidad, lejos de la muerte, para que puedan comprender que el sufrimiento que creían ser era pura ilusión. Necesitan tu guía para no seguir confundiendo a las ilusiones con la verdad.

Todos juntos, cambiáis al mundo porque estáis de acuerdo en la paz. Vuestro empeño se hace tan fuerte que vuestra voluntad se funde con la voluntad del Amor y os fundís en la verdad.

Así, el mundo se desvanece hasta desaparecer por completo y veis otro mundo, en un profundo entendimiento más allá del pensamiento y de las palabras.


EL MUNDO REAL

Cuando te parecía real el mundo que inventaste desde tu separación, negabas la verdad que ahora ves más allá de él. Tu dolor te ocultaba la perfecta felicidad que te pertenece. Y te privabas de lo que te pertenece por tu propia elección de no verlo. Pero ya sabes que el Amor, la energía creadora, es el origen de tu vida y que:

. Nunca te ha abandonado y que nunca te abandonará.
. Nunca has estado separado de él.

Por lo que, ahora, eliges la vía del conocimiento y el Amor para tu desarrollo porque tu pensamiento es una parte del pensamiento divino. Esta es tu alegría, tu seguridad y tu paz.

Pide el cielo porque te pertenece. Esto es lo que buscabas sin saber qué hacías ni adónde ibas. Ya tienes en tu mente la semilla sanadora que va a cambiar tu sistema de pensamiento a través de brotar en la mente de los demás.

Esta es tu función: Tú que fabricaste un mundo de ilusiones has de contemplarlo con los ojos de la perfección de manera que aquello que concebiste para el dolor y la muerte sea restituido a la vida eterna del Amor.

Así es el mundo de la inocencia, un mundo que todo bendice y te mantiene a salvo porque tú eres la luz que ilumina.

El grupo pop El último de la fila describió este proceso, que va desde el dolor al reconocimiento del Amor, en la siguiente estrofa de una de sus canciones:

Mucho tiempo sombra fui,
en mí mismo me perdí;
de ti aprendí a ser la mano que da sin recibir,
generosa y leal.

EL CAMINO INTERIOR

Las faltas parecen como tales para las criaturas ignorantes.

MEVLANA JALALUDIN RUMI


El hombre debe reconocer su ignorancia y su error para alcanzar el bautismo de la luz y la vida interior.

LANZA DEL VASTO


Reconoce tus errores y elige abandonarlos.

UCDM














Tú tienes, por naturaleza, el conocimiento del Uno, de que vives en unidad con todo lo vivo.

Pero si utilizas este conocimiento para tu propio interés, comienzas a creer que estás separado de esa unidad universal, porque conviertes ese conocimiento interior en una percepción exterior vacía de substancia.

Así, tú, separado al preferirte a ti mismo, niegas tu identidad original y te crees que eres el centro del mundo porque piensas que eres el dios de ti mismo. Esto es el egoísmo, y lo desarrollas:
. Atacando para recibir y defendiéndote para no dar.
. Deseando los dones e ignorando a las personas.

Pero lo que tú nunca podías saber es que la consecuencia inmediata de este error, de esta creencia, es el dolor en todas sus facetas: El terror, el odio, los celos, la ira, la culpabilidad, el conflicto, etc. Y te conviertes en un hombre caído, porque:

. Lo animal invade el plano de tu inteligencia.
. La inteligencia olvida que su verdadera identidad es lo Uno, y se limita a cubrir las necesidades de tu cuerpo.
. Al limitarte de esta manera, tuyo es el camino de la muerte. Tú mismo te matas porque te consagras a la nada cuando te separas de la unidad.

Ya, caído, pierdes la noción de lo que es real y te dejas guiar por tus propias ilusiones, con lo que ignoras lo que eres tú mismo y te pasas la vida auto-engañándote:

. Dices desconocer tu origen.
. Niegas tu identidad común con todo lo vivo.
. No sabes cual es la finalidad de lo que te rodea.
. No sabes cual es tu relación con los seres que te rodean.

De este modo, te crees que eres una multitud de personajes, contradictorios entre sí, que usas según te piden las circunstancias, tal como ya dijo Lanza del Vasto:

Estamos en vidas hechas, como quien se pone un traje hecho. No somos nosotros los que hacemos nuestras vidas; nos limitamos a entrar en ellas; pues esa vida profesional, o intelectual, o religiosa, o familiar, ya está hecha; es una especie de máquina que funciona sola: a talentos iguales, a vitalidad y salud iguales, los hombres son intercambiables.

¿Y nosotros? ¿dónde estamos ahí dentro? ¿y cuándo nos encontramos con nosotros mismos? ¿quién nos ayuda a encontrarnos en medio de tantas cosas, de tanta gente, de tantas instituciones, cuyo objetivo es apartarnos de nosotros mismos? (Lanza, 1989:113)



TUS NECESIDADES FALSAS

Cuando te ocultas a ti mismo que tu espíritu es, en realidad, el supremo absoluto, crees que tú mismo eres esas cualidades tuyas que no son permanentes: El intelecto, las emociones y el cuerpo físico. Y cuando te identificas con esto que no eres, crees tuyos la dualidad, el sufrimiento y el dolor.

Estar separado de los seres y del mundo que te rodea es una apariencia, una ilusión tuya. No reconoces tu auténtica naturaleza cuando te identificas con la ilusión de tu individualidad.

Puedes comprender esto cuando piensas que fuiste hecho a imagen y semejanza del Amor. Esta idea no significa que el Amor se parezca a tu imagen humana, sino que tú has de buscar en ti mismo hasta encontrar que eres, verdaderamente, ese Amor.

Pero si en vez de buscar el conocimiento atiendes a tus ilusiones, estás construyendo un mundo que no es real. Así, tus acciones, que proceden de la base falsa de tus ilusiones, son los hechos de alguien que, al haber olvidado quién es, no sabe lo que hace.

Y ya estás enganchado a la larga cadena de la ignorancia, en la que cada eslabón es una necesidad falsa. El primer eslabón es tu necesidad de sentirte culpable, porque te crees indigno, manchado, y que no mereces lo que es bueno. Esto te hace ser muy severo con los demás y demasiado perezoso para ocuparte de ti mismo.

El segundo eslabón es tu necesidad de creerte que estás solo, porque tienes miedo ya que te identificas con personas y cosas a las que te apegas. Y estás siempre tenso, preparado para defenderlas porque estás convencido de que pueden ser atacadas.

Así, puedes seguir la cadena de tus necesidades falsas hasta aburrirte, porque tus ilusiones únicamente pueden generarte miedo, dudas y ataque, mires donde mires y hagas lo que hagas. Este, tu único error, sólo puede, y podrá, ser no reconocer a tus ilusiones como tales, porque lo que no es bueno para ti, para tu espíritu, que es lo verdadero, nunca puede ser creado y, por lo tanto, como no existe, no puedes protegerlo por más que te empeñes.

Pero si te obstinas en seguir agarrado a tus ilusiones, te destruyes, te carcomes a ti mismo con el sufrimiento constante, Y, además, tu necesidad de creer en ilusiones, junto a la necesidad de creer en ilusiones que tienen las personas que te rodean, hace que en torno a todos se construya un tejido social basado en la ignorancia de lo real, de lo Uno. Abdelmumin Aya dijo al respecto:

El Sistema está creado por Shaitán para someternos. Su genialidad reside en que no lo mantienen los criminales, los canallas o los mafiosos. No, los que de verdad mantienen el Sistema son los narcotizados, los que están dormidos, los hombres que sólo producen y consumen, los que no tienen el menor interés por profundizar en conocerse a sí mismos. (Aya, 1998)


TU VIDA IGNORANTE

Lo único importante para ti es que te corrijas la visión que ahora tienes del mundo, porque nunca puede haber una cosa o una persona que sea culpable de nada en tu vida, ya que sólo tú puedes decidir qué sistema de pensamiento quieres alimentar.

Si te encuentras enfermo, débil o angustiado, solamente se debe a tus creencias y a que tú obstaculizas, de alguna manera, a la energía universal para que no fluya a través de ti.

Este es tu único error, que no entiendes tu realidad, clara y maravillosa, en ti. Esta es tu ignorancia y esta es la causa de todo lo que consideras tus males. Así, ignoras dos cuestiones fundamentales para tu existencia:

1- Ignoras quién eres.
2- Ignoras qué efectos generan tus pensamientos.

Tú estás equivocado, pero no sabes que te equivocas, pues cuando te das cuenta, puedes estar seguro que de inmediato te corriges. Estás confundido porque una de tus creencias es que consideras que la oscuridad tiene capacidad para ocultar algo. Crees que lo que no se puede ver con los ojos del cuerpo no existe, y esto es negar tu visión espiritual.

Así te engañas a ti mismo, pero no lo adviertes, no sabes que estás sordo, mudo y ciego a tu propia realidad. Este es el gran error, que ignoras tu situación. No sabes de ti mismo, no conoces tus propios engaños, ni tus vanidades ni tus conflictos. Así te limitas, te niegas la libertad excelsa que te produce el conocimiento de tu verdadero Ser.

Si no tienes tiempo para ti, ni no puedes parar de tus ocupaciones cotidianas, es seguro que estás intentando esconderte a ti mismo un gran miedo a escucharte y a atenderte.

Y tu orgullo es el síntoma que mejor define tu estado de ignorancia, porque cuando ignoras te imaginas que eres importante y cuando conoces, sabes que sólo la Unidad de todo lo vivo es grande.

Desde este punto de vista, ignorar no es evadirte de lo que crees tu realidad de dolor, sino que tu ignorancia proviene de no conocer tu verdadera identidad.

Un escritor que ya no podía más con su desesperación de tanto sufrimiento, terminó uno de sus textos con la siguiente frase:

Déjame vivir ignorando la cruda realidad que me persigue.

Este escritor ignora su realidad espiritual y cree que su verdadera realidad son las apariencias, la separación y el sufrimiento. Pero este escritor no sólo habla de sí mismo, sino del sentir general.

Lo más normal es que tú no analices por qué vives en un mundo de dolor, ni que te intereses por las causas del dolor ni, por supuesto, por sus soluciones. Y es lo más normal, como dice este escritor, que creas que estás bien cuando vives intentando obviar ese dolor que te causa el conflicto de la separación a través de las salidas que te parecen más fáciles, pero que son la trampa que siempre te mantiene en el mismo sitio:

. Te evades con el alcohol u otras drogas.
. Te evades a través de los sentidos físicos, con el sexo, la comida, el trabajo, etc.
. Te evades con la dejadez, cuando retrasas lo que sientes muy importante hacer.

Este intento de evasión es la demencia del error, puesto que tu mente pierde la cordura e intenta que tus ilusiones ocupen el lugar de la verdad.

Vuelcas tu existencia en los sentidos: No sabes. El cuerpo puede ser el medio por el que te engañas aún más. Puedes convertir a tu cuerpo en la causa de todas tus ilusiones y creer que esas ilusiones son la prueba de que lo que no es real lo es.

Puedes jugar a creerte que eres un cuerpo que es presa del dolor, de la culpabilidad y de la muerte. Pero estos sentimientos sólo tienen que ver con tus pensamientos. Es una creencia que tienes en tu sistema de pensamiento que te dice que tu esencia es variable y que cambia debido a causas que no están bajo tu control.

El dolor quiere hacerte creer que la muerte es la vida, ¡fíjate qué locura!, puesto que la destrucción de tu verdadero ser es imposible.

“Candiota”, poeta popular de La Alpujarra, escribió un sentido poema a la muerte de uno de sus compañeros en la poesía, en el que incluyó la siguiente quintilla, que define con pasmosa exactitud, y sin mucha complicación, el lugar que habitamos las personas:

Ya no te duele la herida
que no hemos podido verte,
tu alma ya desprendida
ha pasado por la muerte
para llegar a la vida. (Criado, 1998)


De esta manera, que tu mente esté a la deriva, sumergida en tus ilusiones define tu flaqueza espiritual. Y lo notas cuando te proyectas en los demás para sacar provecho de ellos, sobre todo con tu ira, que te hace parecer poderoso, y con tu sexo, que te hace creer poderoso. Pero eso es sólo una exteriorización de tus miedos, de tu falta de voluntad.


SAL DEL ERROR

Ya sabes que tu único error es confundir tu identidad con tus ilusiones. Entonces, no conoces tu verdadera naturaleza y te conviertes en ignorante.

Aunque esta ignorancia no debe hacerte creer que eres culpable de algo, sino que, simplemente, es señal de que como no te conoces, no puedes entenderte. Pero la verdad te pertenece y está más allá de tu capacidad para destruirte. Acéptala, está totalmente a tu alcance. Te pertenece, es tuya porque forma parte de ti desde toda la eternidad.

Verdaderamente tu creencia en el error no amenaza en absoluto a tu realidad. Sólo tu propio error es vulnerable porque eres libre para establecer tu sistema de pensamiento donde mejor te parezca, aunque sólo eliges adecuadamente si recuerdas que como espíritu eterno, eternamente estás en estado de gracia.

Sal del mundo. Sal del exterior.

Entra en ti. Pon tu atención dentro de ti.

Tú eres lo que eres ante ti mismo, no en lo que aparentas ante los demás. La oscuridad que te envuelve nunca puede ocultar nada, únicamente está en ti para que salgas de ella. La santidad te espera. La santidad es luz y la oscuridad es falta de luz.

Elige salir del error. Es mucho más fácil que aceptes la realidad, que vivir sometido a tus continuos intentos fallidos para convencerte a ti mismo de que tus ilusiones son la realidad. Elige lo que has venido a elegir a esta vida.

Tal vez te sea útil el siguiente esquema para deshacer tu error:

1. El sufrimiento procede de tus ilusiones.
Tu sufrimiento es el dolor físico y es tu sensación de vacío, de insatisfacción.

2. La causa de tus ilusiones es tu deseo egoísta.
Estás educado en los apegos, en la necesidad de identificarte con causas exteriores a ti, y tu felicidad parece ser satisfacer los deseos de tu cuerpo. Pero tu felicidad real consiste en deshacer las cadenas que te atan a la materia para liberarte del dolor y llenarte de alegría y del Amor.

3. Tu sufrimiento se acaba cuando cesa tu deseo egoísta.
Y cuando superas tu ego conectas tus creencias con tu Ser verdadero y alcanzas una visión adecuada del mundo. Comienzas a hacer perfecto cada aspecto de tu vida y elevas tu conciencia, porque armonizas tus emociones, tus palabras y tus hechos.

Ya no aceptas el error en ti ni en los demás, sólo lo reconoces y eliges abandonarlo. Eliges tu unión con todo lo creado y así desaparece, como si nunca hubiese existido, aquella separación que antes creíste tuya.