domingo, 5 de agosto de 2007

TU PODER INTERIOR

Ante el hombre está la vida y la muerte;
a cada uno se le dará lo que él quiera.

SIRÁCIDA


Quien ve, ve para sí mismo. Quien se ciega, se perjudica.

EL CORÁN


Nuestro más profundo temor es que somos poderosos más allá de cualquier medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, la que nos intimida.

En la medida en que somos liberados de nuestros miedos, ¡nuestra presencia automáticamente libera a los demás!.

NELSON MANDELA


El poder de los Hijos de Dios está presente todo el tiempo porque fueron creados para ser creadores. La influencia que ejercen unos sobre otros es ilimitada, y tiene que usarse para su salvación conjunta. Cada uno de ellos tiene que aprender a enseñar que ninguna forma de rechazo tiene sentido.

UCDM













Cuando te identificas con algo o con alguien te crees completo y lleno de felicidad. Pero esta es sólo la primera impresión porque cuando pasa cierto tiempo crees que ese apego ha perdido su magia evocadora y te sientes cansado de tu dependencia, por lo que abandonas tu apego para buscar otro y luego otro y otro más.

Pero esa plenitud que experimentas ante cada situación a la que te entregas, a la que das tu poder, es real. Lo único que no adviertes es que no se encuentra en el objeto o ser al que te entregas, sino que está en ti.

En aquel primer momento de dicha el apego tuvo la facultad de sacar de ti ese poder y tú creíste que le pertenecía. Por esto, tu error consiste en considerar a cosas y a seres como necesarios para tu plenitud y tu felicidad.

Este es un gran descubrimiento para ti, un paso más en el camino de tu existencia. Por esto es necesario que cambies, para que des más pasos, para que avances, como ahora, a través de la reflexión personal y la introspección.

Pero no pienses “voy a cambiar” porque, así, estás declarando tu intención de no hacerlo y estás conformando a tu necesidad de cambio con esa excusa. Siempre que estás en dificultades piensas los mismo: “Voy a cambiar”.

¡Olvídate de si vas a cambiar o no!
¡Olvídate de si quieres cambiar o no!

Solamente investiga y analiza sobre tu personalidad con el fin de conocerte a ti mismo y a los demás. Desde esta actitud, tu cambio se dará solo, sin que tú lo percibas. Investiga en ti mismo y decide. Ten muy claro que sólo quieres la perfección para ti y para todos los seres, y enfoca tu actitud en hacer cotidiana esta realidad universal, esta unidad perfecta.

Y ya, en la superación de tus ideas confusas con las que te identificabas, observa cómo no podías llegar a ningún lado sin la elección clara de lo que es tu voluntad y sin haberla canalizado desde tu poder de creación.

Ahora, puedes analizar esto en las situaciones que te presentan los demás. Observa a tu alrededor cómo las personas no solemos pedirnos lo que necesitamos a nosotros mismos y cómo eludimos nuestra responsabilidad de valorar y decidir lo que queremos.

Y lo que queremos todos es lo mismo que lo que quieres tú: Expresarte en la perfección que te pertenece para extenderla y hacer de la materia el reino del Amor. Por esto, todos los iluminados y los profetas han reclamado siempre a cada persona que manifieste su propio poder y que nunca lo entregue a sus apegos, a sus ilusiones. El siguiente texto, referido a esto, es de Moisés:

No haya en medio de ti quien queme en sacrificio a su hijo o a su hija, ni quien practique la adivinación, el sortilegio, la superstición, el encantamiento, ni quien consulte a los adivinos y a los que invocan a los espíritus, ni quien interrogue a los muertos. (Deuteronomio 18,10)


DE CÓMO TE NIEGAS TU PODER

Nunca te quejes por las situaciones que experimentas. Recuerda que son apariencias y están ante ti para que las transformes, para que cambies tu visión con el fin de que conozcas la realidad. Para esto es fundamental que:

. No centres tu atención en lo que no quieres.
. Nunca te pongas como ejemplo lo que no resultó.

Estas actitudes son una manera de no ceder tu poder a lo que te parecen condicionantes exteriores, a personas, lugares o cosas. Porque cada vez que aceptas en ti alguna ilusión, se te manifestará en una sucesión de experiencias hasta que sepas distinguirla de la realidad.

Por esto, mantén una estricta vigilancia sobre tu pensamiento y sobre tu palabra ya que cuando les das alguna función que no expresa el puro Amor, estás negando tu poder natural. Por ejemplo, cada vez que dices “no soy”, “no puedo” o “no tengo”, te estás negando de una forma absoluta. Y cuando esto declaras, tu decisión actúa eternamente hasta que decides cambiar esa declaración tuya.

Esto muestra el enorme poder que tú tienes para dirigir la energía desde tu voluntad. Y desde lo que es tu voluntad, el temor es idéntico a la fe, es fe erróneamente enfocada que, por tu poder, te da lo que temes.

Aquí está la causa por la que te atraes enfermedades: Porque las temes, y esto hace que te creas indefenso. Y también por ese temor te entregas a las drogas terapéuticas, sin darte cuenta de que tienen efecto por el poder que tú les das.

Todo esto siempre es consecuencia de que te identificas con tu cuerpo, con las ilusiones que te inventaste para no querer ver tu realidad esencial: Que tú eres la perfección, que tú eres el Amor puro.

Pero ya sabes que tus ilusiones nunca pueden ser reales para nadie, excepto para ti, porque crees sin ninguna duda en lo que inventas. Y uno de tus inventos que más te cuesta poner en duda es cuando intentas quitar su poder interior a las personas que te rodean. Y esto es así, porque partes de la creencia de que tú careces de tu poder y, por lo tanto, te parece natural que nadie lo tenga.

Aunque sea inconscientemente, sin darte cuenta, estás negando tu propio poder, a través de negárselo a los demás, cuando:

. Juzgas, porque desconoces la realidad y el libre albedrío de la persona juzgada.

. Discutes, porque valoras en exceso tu razón y nada la del otro.

. Cuando ves a los demás por lo que socialmente representan en vez de cómo personas. Así, entregas tu poder a la estructura social (la religión, el ejército, los deportes, los espectáculos, etc.) en vez de asumirlo.

. Cuando te vales de los demás para satisfacer tus placeres y deseos.



DE CÓMO TE POTENCIAS TU PODER

Admite lo que te parecen tus errores y coméntalos con personas de tu confianza que te puedan comprender.

Así comienzas a abrir tus ojos a las maravillas que hay en ti y en todo lo que te rodea. Y a medida que profundices en tu poder para decidir lo que quieres ser, a medida que tus ojos se abran más, vas a encontrar:

. Que la lucha con las circunstancias externas cesa.
. Que las formas y los cuerpos son irreales y alterables.
. Que dentro de ti está todo y que las circunstancias externas no te pueden limitar.
. Que dispones de las cosas materiales que necesitas manteniendo tu libertad.

Tú eres como una emisora de radio pirata que sin la autorización del mundo regido por el ego, emites paz y perfección a toda la humanidad para deshacer el ego. Pero para tú poder emitir tu mensaje y para que sea recibido por todos tus semejantes es imprescindible la quietud de lo externo, que todos os reconciliéis con el silencio interior porque es en esa frecuencia donde trabajan las ondas de tu emisora.

Ese silencio es la fuente por donde fluye el poder Uno hacia todo lo creado. Y también es el lugar de la curación para todas las mentes, pues en ese lugar no tienen cabida las apariencias de las formas ni las ilusiones de las mentes, ya que hace de ti el hogar de la santidad.

Y te sabes santo. Y abres tus ojos a tu autoridad consciente, a tu derecho natural de extender la divinidad que te pertenece para glorificar tu espíritu y ascender tu mente.

Sigue, pues, andando por el camino que te sugiere tu silencio interior y libera a tu consciente de decidir los pasos que has de dar para que nunca dudes. Deja fluir lo que tienes dentro porque ahí es donde está toda la información necesaria que te indica cada paso que has de dar.

Haz lo que tengas que hacer en cada momento, siempre que tu conciencia y tu intuición te lo sugieran y no te identifiques con las ideas que te haces de ti mismo ni con las ideas que se hace la sociedad de ti. Se trata de que no seas nada ni nadie, de que permanezcas totalmente fuera de juego. Esto te es necesario para que estés situado en un constante estado de alerta interior.

Federico García Lorca entendió ese silencio interior, creador e iluminado, de la siguiente manera, en su conferencia titulada Imaginación, Inspiración, Evasión:

Para mí la imaginación es sinónima de aptitud para el descubrimiento. Imaginar, descubrir, llevar nuestro poco de luz a la penumbra viva donde existen todas las infinitas posibilidades, formas y números. La imaginación fija y da vida clara a fragmentos de la realidad invisible donde se mueve el hombre.



ACEPTA EL PODER DIVINO Y ES TUYO

A veces crees que lo que te mantiene en este mundo es todo excepto tú.

Cuando pones tu fe en los símbolos del mundo, como las medicinas, el dinero, la ropa, el poder sobre otros, el prestigio, etc., estás dando tu poder interior a símbolos a los que atribuyes influencias mágicas.

Pero a todas estas cosas les das la función de sustituir al Amor. Las eliges para asegurar tu identificación con el cuerpo. Por tanto, no des tu poder interior a los que son tus ilusiones y elige el Amor para elevarte a la paz y a la seguridad, a donde no existen peligros para ti.

Así, pues, concluye tu identificación con tus ilusiones aceptando que nunca puedes ser aquello que te parece haber sido y que por toda la eternidad sí eres aquello que deseas ser.

Acepta que no es egoísmo reconocerte parte de la divinidad sino que la sencilla humildad de ser lo que eres.

Tú eres el imán que atrae a toda la energía del universo para cumplir tu voluntad. Eres, por tanto, invencible cuando extiendes tu dominio en lo perfecto.

Deja obrar en ti ese poder que te fluye de tu silencio interior. Entrégate. Pero no olvides de reclamar lo que es tuyo:



. Tú eres el Ser ascendido que deseas ser.

. Tú eres la perfección eterna.

. Tu cuerpo es el campo donde siembras tu perfección.

Tú tienes a tu disposición todo el poder y la fuerza para llevar a cabo tu anhelo de iluminación y nada puede hacerte fracasar porque con esa actitud te unes a todo el universo y la energía que lo mueve, porque

Tú eres el camino, la verdad y la vida. (UCDM.Cap. 6-III,1-9)

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